La
gente no comprende el trabajo de una iglesia. Mucha gente quisiera
que se predicara todo el tiempo de salvación, pero el trabajo de una
iglesia va más allá que predicar acerca de la redención. Tenemos
que ganar almas, pero nuestro trabajo en la iglesia es enseñarles,
instruirles a tomar dominio, autoridad.
Hay
personas que se han resignado y que no salen del estado en que se
encuentran porque han creído la mentira de que no hay un propósito.
En
este tiempo, más que tener acceso a la información, debemos
procurar tener discernimiento en la información que recibimos,
porque la información que recibimos es lo que determina lo que
creemos. La fe viene por el oír, y todo lo que tú escuchas, se te
añade.
Si
estás lleno de información negativa, eso es lo que vas a proyectar
en tu vida. Por eso es que, no tan solo tenemos que saber escoger,
sino que es necesario tener la disciplina de exponernos a la verdad
constantemente.
Si
hay algo que el enemigo quiere hacer, es que la gente pierda el amor
por la casa de Dios. Una de las quejas de Dios contra la iglesia, en el
libro de Apocalipsis, es que había perdido el primer amor.
Hay
gente fuera de las iglesias que viven una vida de potencial, por el
hecho de que cuando eran niños asistían a la iglesia. Hay algunos
que como quiera cogen el camino del mal, pero sembrarle en el corazón
a un niño que tiene que orar, que tiene que interceder, que tiene
que ir a la iglesia, siembra el temor del Señor, y cuando tienen que
tomar decisiones más a delante en sus vidas, la semilla germina. La
palabra del Señor no retorna atrás vacía.
Cuando
una persona necesita transformación, no hay medicina que se compare
con ir a la casa del Señor, que alguien ore por él, recibir
palabra.
Tú
deberías tener pasión por llegar a la iglesia a congregarte, a
recibir palabra, a unirte en la fe. Tú debes amar lo que Dios más
ama, y lo que Dios más ama es la iglesia. Dios dijo que levantaría
una iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.
En
la gran comisión hay una palabra muy importante: Bautizándolos. El
hecho de que Jesús manda que bauticemos, hace una gran aclaración:
Alguien no puede ser discipulado por sí solo. Para bautizarte, hace
falta alguien que lo haga, hace falta tener contacto con alguien. De
lo contrario, diría que se sumergieran en el agua. El mismo Jesús
fue donde Juan para que lo bautizara, y dijo que era necesario que
así fuera, para que se cumpliera la palabra.
El
bautismo representa la conexión con la casa de Dios, representa el
hacer que una persona entienda que hace falta una conexión divina de
autoridad sobre su vida.
¿Por
qué es tan importante el bautismo? El bautismo es un acto público
de renuncia a la vida pasada. El problema es que tenemos muchos
cristianos a ocultas. Tenemos muchos religiosos como Nicodemo.
El
bautismo le dice al mundo que no solo hay un cambio interior, sino
que estás dispuesto a que ese cambio interior, lo vea todo el mundo.
Dondequiera que estés, a dondequiera que vayas, no debes
avergonzarte de decir públicamente en quién tú crees, en quién tú
has creído, y que tu vida demuestre que tú has renunciado
públicamente al mundo.
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