martes, 31 de enero de 2012

HOY… MI ALMA SERÁ PROSPERADA

enero 31, 2012 · |

El alma generosa será engordada. Proverbios 11:25
Si quiero la prosperidad de mi alma, no debo amontonar tesoros, sino repartirlos entre los pobres.
El camino de la fortuna, según el mundo, es ser avaro y mezquino; mas no es éste el camino de Dios, porque nos dice: «Hay quienes reparten, y les es añadido más; y hay quienes son escasos más de lo que es justo, mas vienen a pobreza».
Según la fe, la manera de adquirir ganancias consiste en dar. Hagamos la experiencia, y veremos que siempre se nos dará en abundancia todo lo necesario en retorno de nuestra liberalidad.
Indudablemente, nunca llegaré a ser rico con este procedimiento.
Seré «engordado», mas no en demasía. Tanta abundancia de riquezas podría hacerme pesado, como lo son las personas excesivamente gruesas, y podría causarme una dispepsia mundanal y hasta producirme una degeneración cardíaca.
En verdad, puedo darme por satisfecho si, estando lo suficientemente nutrido, gozo de buena salud, y si el Señor me concede lo necesario, puedo darme por contento.
Existe, no obstante, una grosura intelectual y espiritual que en gran manera codicio: la que proviene de nuestros nobles pensamientos acerca de Dios, de su Iglesia y de nuestros semejantes.
Que nunca ponga yo límites a mi generosidad para que mi alma no desfallezca de hambre. Que siempre sea liberal y dadivoso, porque así imitaré a mi Señor. Él se dio a sí mismo por mí. ¿Podré yo negarle cuanto me pidiere?
Hoy..Decido ser un canal de bendición para otros. Se que mi alma se podrá extender compartiendo con aquel que lo necesita, porque más bienaventurado es dar que recibir.
Señor, Siempre quieres prosperar mi alma y quieres colmarla de bendiciones pero día a día me desafías para que yo aprenda a ser un dador y entonces veré tu bendición sobre mi vida. Amén

lunes, 30 de enero de 2012

HOY… SÉ QUE EL ENEMIGO YA HA SIDO VENCIDO

enero 30, 2012 · |


Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies. Romanos 16:20
He aquí una promesa que viene a completar otras promesas. Nuestra conformidad con nuestro divino modelo y cabeza no ha de manifestarse únicamente en ser heridos en el calcañar, sino en la victoria sobre el maligno. La antigua serpiente debe ser aplastada bajo nuestros pies.
Los creyentes de Roma se vieron afligidos por luchas internas, pero su Dios, «el Dios de paz», les proporcionó el descanso del alma. El enemigo capital consiguió hacer vacilar los pies de los imprudentes y que los sencillos fueran engañados; pero, al final, quedó vencido, y por aquellos mismos entre quienes había sembrado la confusión. Esta victoria la consiguió el pueblo de Dios por su sabiduría y poder; Dios mismo desbaratará el poder de Satanás. Aun cuando los creyentes logren quebrantarlo, sin embargo la herida le será infligida únicamente por Dios.
¡Acometamos con valentía al tentador! Y no sólo los espíritus malignos, sino el mismo príncipe de las tinieblas, huirán ante nosotros. Contemos con una inmediata victoria si confiamos plenamente en Dios. «Presto». ¡Bienaventurada palabra! «Presto» lograremos aplastar la cabeza de la antigua serpiente. ¡Cuán grande será nuestro gozo al vencer a Satanás, y qué deshonra para él cuando su cabeza sea quebrantada por nuestros pies! Por la fe en Jesús aplastemos al tentador.
Hoy, sé que  aunque el enemigo ruja, no puede hacerme nada si me mantengo en la línea con Dios.  Debo estar firme en la Victoria de Cristo.
Señor, Gracias por darme de tu gracia y amor. Gracias por la Victoria conseguida por ti en la Cruz del Calvario. Me aferro en este día a tus promesas. Amén.

sábado, 28 de enero de 2012

«LA ASTROLOGÍA Y LA BÍBLIA»

En este estudio, vamos a analizar la práctica creciente de la astrología, una forma del ocultismo. Cito un texto tomado del internet publicado en 1993 por Sabastián Bassi. Dice (textualmente): «La astrología es un sistema de creencias que pretende pronosticar el futuro o las características de un individuo por medio de cálculos relativos a la posición de los planetas en el momento del nacimiento de éste.» Después del himno, veremos qué es la astrología con más exactitud, por qué se practica tanto hoy día, lo que dice la biblia al respecto, algunos argumentos falsos que supuestamente hallan el apoyo bíblico para la astrología, y lo que debemos de hacer en cuanto a la astrología.
¿Qué es la astrología? El Dr. Miguel Angel Fuentes observa que hay que colocar el uso del horóscopo y la astrología «dentro del fenómeno más amplio de las "artes adivinatorias".». La astrología es totalmente distinta de la astronomía, la cual es el estudio científico de los astros. La astrología es creencia oculta que remonta a los tiempos antiguos, sobre todo a los babilonios por lo menos 2.000 años antes de Cristo. Más tarde, esas creencias pasaron a la cultura grego-romana de la cual somos descendientes en el mundo occidental. Desde el punto de vista de ciertas ubicaciones geográficas, los paganos antiguos miraron el cielo y se imaginaron que vieron entre las estrellas algunas formas familiares, como de animales, objetos, o personas conocidas. Esas estrellas les parecían juntadas en grupos desde la perspectiva de la tierra. Tales grupos son llamados «las constelaciones.» Dividieron el mapa del cielo artificialmente en 88 constelaciones. Pero, entre las 88, hay 12 más importantes que se componen los supuestos 12 signos del zodíaco. Desde ciertos lugares en la faz de la tierra, al momento del nacimiento de una persona, parece que el sol se encuentra en una de las 12 constelaciones del zodíaco. Se cree que esa posición relativa del sol determina las características y hasta el destino del individuo. Se cree también que otros factores complicados, como la intervención de seis planetas—no los nueve ahora conocidos—y la acción de la luna, etc., también determinan cómo somos y a dónde vamos. Pero, como veremos, esto no concuerda con las enseñanzas bíblicas.
¿Por qué creen tantas personas modernas en los horóscopos y la astrología? Un gran número de personas leen sus horóscopos diariamente antes de intentar de hacer cualquier cosa. Otros, que dicen que no creen en la astrología, no obstante quieren divertirse con eso como de un pasatiempo. Siempre ha existido la superstición y la ignorancia. Pero, hoy en nuestros tiempos, parece que hay un vacío espiritual en la vida de tantas personas el cual tratan de llenar con cualquier idea rara menos la verdad. La influencia del materialismo y el ateísmo ha creado una sequía del alma que muchos quieren negar con el ocultismo y la superstición.
 Pero, ¿qué dice la biblia de los horóscopos y la astrología? Es importante notar que hay textos que hablan del las artes adivinatorias en general, de las cuales la astrología es una. Hay otros textos que condenan la práctica directamente. Y hay textos cuyos principios contradicen la astrología. Gálatas 5:20-21 dice que aquellos que practican las «hechicerías» y cosas semejantes a estas no heredarán el reino de Dios. Es cierto que la astrología caye bajo la categoría más amplia de las hechicerías. Hechos 19:19 muestra que los Efesios arrepentidos que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos. Hechos 8:9-10 explica que Simón el mago con sus artes mágicas había engañado a los samaritanos mucho tiempo. Las artes mágicas se veían en este texto como instrumento del engaño.
 Los judíos que se convirtieron a Cristo entendieron muy bien el pecado de la astrología. Deuteronomio 18:9-11 les había advertido: «Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos.» Levítico 19:26 dijo: «No comerás cosa alguna con sangre. No seréis agoreros, ni adivinos.» Ciertamente los astrólogos pretenden de ser adivinos. El pueblo de Dios no debía de haberles consultado tampoco, según Levítico 19:31. Isaías 47:13-14 advirtió: «Te has fatigado en tus muchos consejos, templadores de los cielos, los que observan las estrellas, los que cuentan los meses, para pronosticar lo que vendrá sobre ti. He aquí que serán como tamo; fuego los quemará, no salvarán sus vidas del poder de la llama….» Jeremías 10:2 dice claramente: «Así dijo Jehová: No aprendáis el camino de las naciones, ni de las señales del cielo tengáis temor, aunque las naciones las teman.» Por tanto, la astrología y el consejo de los horóscopos están condenados en la biblia.
 La astrología contradice todo el punto de vista bíblico. Dios el Padre celestial tiene el control del cosmos, no los astros. La astrología es forma de adorar la criatura en vez del Creador (Romanos 1:22-25). La astrología niega la providencia de Dios en los asuntos humanos (Hechos 17:28). Y los horóscopos se convierten en excusas mezquinas para no portarse justamente. Uno puede echar la culpa en el signo del zodíaco en vez de su propia responsabilidad cuando comete un pecado. Es que, la astrología es una forma del fatalismo o sea el predestinacionismo absoluto que niega la libertad humana. Estaré juzgado de acuerdo con mis propias decisiones y acciones en el cuerpo, y no de acuerdo con las posiciones relativas de los astros (2 Corintio 5:10). La astrología contradice la biblia en muchos puntos.
Pero, algunos han tratado de defender los horóscopos con la biblia, cosa imposible. Por ejemplo, alegan que Génesis 1:14 enseña que las lumbreras en la expansión del cielo pueden servir como señales para las estaciones, para días y años, y que eso quiere decir que sirven como signos del zodíaco. Obviamente, esto es un error. Las estrellas y planetas sirven como señales porque sus movimientos regulares marcan la regularidad de los tiempos. Otros alegan que los magos que vinieron al nacimiento de Jesús fueron astrólogos babilónicos y que por eso la astrología se apoya en la biblia. Sin embargo, es obvio del contexto que la estrella de Belén, como se llama, fue una señal especial dada junto con una revelación especial para ellos. Es probable que los magos fueron de esa parte del oriente donde la esperanza mesiánica había influido sobre muchos de los sabios y sacerdotes. A lo mejor, habían recibido alguna revelación divina del nacimiento de Cristo. No fueron astrólogos en el sentido moderno. La biblia nunca apoya sino condena la astrología.
 Lo peor de todo es que la astrología puede ser una forma de la idolatría como adoración de los astros. Por lo menos reclama de ser otra fuente para la revelación de la voluntad Dios para el hombre. Por eso, está en competencia con la biblia, la revelación única, completa, final y exclusiva de la voluntad de Dios (Hebreos 1:1 y 2 Timoteo 3:16,17). Entonces, es un peligro para el cristiano jugar con los horóscopos o tratar de adivinar su destino personal. Si Ud. es culpable de este pecado, puede ser perdonado al creer en Cristo, arrepentirse, confesar a Cristo, y ser sumergido en agua para perdón de sus pecados (Hechos 2:38).

viernes, 27 de enero de 2012

HOY… DIOS SANARÁ MIS DIVISIONES INTERNAS

enero 27, 2012 · |

De hecho, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero. Y si hago lo que no quiero, ya no soy yo quien lo hace sino el pecado que habita en mí”. Romanos 7:19,20.
A lo largo de tu caminar con el Señor, te sentirás como una persona dividida. Tu corazón y tu mente quieren guardar las palabras del Señor, pero tu carne quiere seguir los susurros del pecado. Aquí el camino se va haciendo más angosto, con pendientes empinadas y caídas mortales a ambos lados.
Por raro que suene, y por muy fácilmente que pueda convertirse en libertinaje para que los corazones impenitentes hagan lo que quieran, todavía debe decirse lo siguiente: cuando hacemos lo que sabemos que está mal, y terminamos practicando justamente las cosas que sabemos que no debemos hacer, estamos, en un sentido profundo, de acuerdo con la Palabra de Dios, “reconociendo que es buena” (Romanos 7:16).
En otras palabras, reconocemos que Su Palabra es verdadera y justa; identifica correctamente al pecado como pecado. La razón por la que sabemos que la actividad es mala es porque la
Biblia dice que es mala.
Por esta razón, no queremos hacer lo malo; estamos de acuerdo con lo que la Biblia dice acerca de su maldad. Estamos “oyendo” lo que Su Palabra dice, en lugar de descartar su comentario sobre esto.
Puesto que queremos “guardar” Su Palabra, una parte de nosotros quiere evitar el mal comportamiento.
Como Pablo lo experimentó directamente, nuestra carne está ligada al pecado, nuestras inclinaciones naturales son ir en contra de la verdad esencial de Dios. Sin importar qué tan espirituales lleguemos a ser, nuestra carne siempre va a ser carnal y capaz de “darnos órdenes” como un capataz cruel.
Nuestro ser interior, la parte de nosotros que ha sido regenerada y nacida de nuevo en el Espíritu, detesta el pecado. Odia el pecado que nos arrastra. Nuestro yo interior está de acuerdo con la Palabra de Dios. Nuestra carne ejerce su influencia para forzarnos a hacer algo que por completo reconocemos que está mal.
Quisiéramos ser más fuertes para resistir la tentación del pecado, y muchas veces lo somos. Pero en esas ocasiones en las que no somos capaces de decir no, podemos ver la maldad que todavía reside en nuestra carne. Descubrir qué tan carnales podemos ser en ocasiones, trae gran desilusión. Aunque tratamos de negar nuestros anhelos carnales, no siempre tenemos éxito, y eso simplemente prueba que hay una gran guerra llevándose a cabo en nuestro interior.
Si simplemente rindiéramos nuestra carne y no nos importara hacer algo mal, no habría una batalla librándose entre nuestro consciente y nuestras ansias de pecar. Si no pusiéramos atención a Su Palabra que nos dice que esa actividad está mal, no estaríamos afligidos por hacerla. Pero definitivamente nos importa, y ese es el motivo por el cual nos sentimos tan mal por hacer lo malo.
Qué torturador es estar todavía tan atado a los deseos pecaminosos aun cuando estamos tan enamorados de Jesús…
¿Cómo nos ve Él? ¿Como hipócritas? ¿Como mentirosos y estafadores espirituales? ¡No! Él sabe que no podemos salvarnos a nosotros mismos, ni tampoco nosotros podemos guardarnos a nosotros mismos.
Él vino a libertarnos para la eternidad, y está complacido de poder concedernos perdón y libertad cada día. Todo por Su gracia, “no hay ahora condenación para los que están en Cristo.”
Hoy..Se que en mi mismo no puedo..pero Él puede en mi.
Señor, que tan dividido estoy dentro de mi. Hoy vengo ante ti, para que me ayudes a vencer y vivir en tu voluntad. Amén.

jueves, 26 de enero de 2012

HOY… VERÉ COSAS MAYORES

enero 26, 2012 · |


Cosas mayores que éstas verás. Juan 1:50
Estas palabras fueron dirigidas a un creyente que se hizo como niño y que estaba dispuesto a aceptar a Jesús como el Hijo de Dios y Rey de Israel con un solo argumento decisivo. Quienes quieren abrir los ojos, ven.
Permanecemos tristemente ciegos porque nos obstinamos en cerrar los ojos.
Por lo que a nosotros se refiere, hemos visto muchas cosas; el Señor nos ha revelado misterios inescrutables por los cuales podemos celebrar su nombre; sin embargo, en su Palabra se encierran verdades más profundas, experiencias más hondas y de mayor utilidad, descubrimientos maravillosos de su amor, de su poder y sabiduría.
Todo esto lo veremos ciertamente si creemos en nuestro Señor.
Cosa nociva es inventar falsas doctrinas, mas el don de discernir la verdad es una bendición.
El cielo se nos abrirá de par en par; el camino que nos conduce a él en la persona del Hijo del hombre nos será más fácil, y más evidente la comunión angelical entre el cielo y la tierra.
Fijemos nuestros ojos con mayor atención en las cosas espirituales y veremos cada vez con mayor claridad cosas más importantes.
No pensemos que nuestras vidas son algo efímero y baladí; antes por el contrario, siempre irán creciendo y viendo cosas de mayor importancia hasta que contemplemos cara a cara al mismo Dios y no podamos ya perderle de vista.
Hoy, por eso estoy dispuesto a ver cosas más grandes de las que hasta ahora he visto. Decido por lo tanto acercarme a Dios en oración porque en él veré con ojos espirituales que no ven mis ojos materiales.
Señor, En este día me acerco a ti con la disposición del alma para ser sorprendido por tu al revelarme tus misterios. En el Nombre de Jesús. Amén

miércoles, 25 de enero de 2012

HOY… CONTARÉ CON LA AYUDA DEL SEÑOR

enero 25, 2012 · |



Siempre te ayudaré. Isaías 41:10
Hay promesas que nos aseguran las fuerzas para cumplir con nuestro deber; la de hoy nos asegura la ayuda de Dios cuando no podemos trabajar solos. El Señor dice: «te ayudaré». La fuerza interior es perfeccionada por el socorro exterior. Dios puede, si tal es su voluntad, proporcionarnos aliados en nuestra guerra. 
Él estará a nuestro lado en la lucha, lo cual es mucho mejor. «Nuestro Aliado Augusto» vale más que legiones de seres humanos.
 Su socorro es oportuno: «nuestro pronto auxilio en las tribulaciones». Su socorro es sabio: Él sabe prestar a cada uno aquella ayuda más apropiada a las circunstancias en que se encuentra. Su socorro es eficaz, «aunque vana es la salud de los hombres», porque él lleva sobre sí todo el peso de la carga y suple nuestra flaqueza.
«El Señor es mi ayudador, no temeré lo que me hará el hombre». Habiendo sido nuestro socorro, podemos confiar en Él en lo que atañe a nuestro presente y futuro. Nuestra oración es: «Señor, sé Tú mi ayudador».
Nuestra experiencia: «El Espíritu ayuda nuestra flaqueza». Nuestra esperanza: «Alzaré mis ojos a los montes de donde vendrá mi socorro».
Y nuestra canción será algún día: «Tú, Señor, me ayudaste».
Hoy, si llego a sentir que mis fuerzas se terminan levantaré mi mirada al Maestro Eterno y sé que él extenderá su mano para sostenerme y darme las fuerzas que tanto necesito.
Señor, con tus promesas me haces sentir que no estoy solo. Sé que como Padre amoroso me tomarás de la mano para transitar por el valle de la sombra de la muerte con Confianza. Amén.

martes, 24 de enero de 2012

HOY… SÉ QUE EL SEÑOR ESTÁ SEMBRANDO EN MI UN JARDÍN

enero 24, 2012 · |

Y estos son los que están junto al camino donde se siembra la palabra, aquellos que en cuanto la oyen, al instante viene Satanás y se lleva la palabra que se ha sembrado en ellos. — Marcos 4:15
Aun cuando reconozcas un susurro del Señor y le permitas desarrollar raíces profundas en tu corazón, siempre debes recordar que hay otras plantas muy fuertes que están creciendo en ese mismo corazón.
Es como en tu jardín, hay semillas de malezas, increíblemente fuertes, compitiendo por la misma humedad y los mismos nutrientes que necesita el plantío del Señor. Si esas otras palabras no son arrancadas de tu corazón, “ahogan la palabra” del Señor, secándola y dejándola “estéril”.
Cualquier jardinero sabe que si quieres plantar semillas de pasto en un nuevo terreno, más vale que fumigues la tierra y le añadas un producto que mate la maleza. De otra manera, sin importar cuántas semillas de pasto siembres, la maleza se aprovechará y se robará la humedad y el fertilizante para su provecho. En este mundo quebrantado, la maleza tiene la ventaja.
En otras palabras, lo que tú y yo hagamos en respuesta a lo que el Señor nos dice, determina lo que esas palabras producen en nosotros.
Ya que la palabra del Señor a veces pareciera débil e insignificante para nosotros la mayoría de las veces o al parecer no se relaciona con la “gran” necesidad que enfrentamos, es fácil pasar por alto o ignorar sus instrucciones.
Si no tenemos cuidado de darle a Sus palabras el peso que merecen en nuestras vidas, esas palabras no tendrán el impacto que Dios proyectó que tuvieran en nuestra situación. Por otro lado, cuando verdaderamente le prestamos atención a Su susurro en nuestro corazón, y seguimos Su consejo, experimentaremos beneficios y avances tremendos.
Si valoramos las palabras de Dios, nos enriquecerán. Si las cultivamos, harán que crezcamos.  Las palabras de Dios producen buenos frutos en nuestras vidas.
Es como un grano de mostaza, el cual, cuando se siembra en la tierra, aunque es más pequeño que todas las semillas que hay en la tierra… — Marcos 4:31
Pero no tienen raíz profunda en sí mismos, sino que sólo son temporales. Entonces, cuando viene la aflicción o la persecución por causa de la palabra, enseguida tropiezan y caen. — Marcos 4:17
Hoy no quiero tropezar, porque sé que el Señor a través de su palabra está plantando en mi un jardín. Quiero disfrutar de ese jardín dejando que la Palabra crezca en mi. Amén.