EL PADRE NUESTRO – PARTE 7
Publicado
por Devocionales en September 22nd, 2013
“…PORQUE
TUYO ES EL REINO, EL PODER Y LA GLORIA, POR TODOS LOS SIGLOS. AMÉN”
Mateo 6,13b
Nosotros
no fuimos hechos para manejar tres cosas que Jesús remarcó:
EL REINO, EL PODER, Y LA GLORIA.
Los
discípulos no tuvieron dificultad de comprender esto. Acababan de
verle calmar la peor tormenta que jamás habían pasado. En un
momento, el mar embravecido pasó a ser “un estanque” tranquilo
en el que no había ni una sola ola.
¿Y
cuál fue su reacción? Escucha:
“…sintieron
un gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es este…?”
Marcos 4:41.
Jamás
habían conocido a alguien semejante. Las olas y los vientos se
sometieron a Él como si fueran sus siervos. Y eso no es todo;
pronto verían peces “saltar a la barca”, demonios “meterse de
cabeza” en los cerdos, inválidos convertirse en “bailarines”,
y cadáveres convertirse en personas “vivitas y coleando”.
Nunca habían presenciado tanto poder, ni habían visto tanta gloria.
Reconócelo,
no fuimos creados para dirigir un reino; tampoco se espera de
nosotros ser todopoderosos, y mucho menos manejar la gloria.
Algunos de nosotros pensamos que podemos, que nos hemos
“auto-creado”…
En vez de doblar las rodillas, simplemente nos remangamos y
empezamos otro día con sus doce horas de trabajo. Ahora bien, eso
puede ser suficiente cuando se trata de ganarse la vida, pero cuando
se refiere a nuestra propia culpa o tumba, nuestro poder propio no
bastará. Así que, Jesús termina su gran oración con un mensaje
que nunca debemos olvidar:
“…tuyo
-no mío- es el reino. -Tuyo, no mío- el poder. -Tuya, no mía- la
gloria” (Mateo 6,13b).
Recuérdalo…
y prosperarás. Si te atreves a olvidarlo… ¡es mejor que no sepas
las consecuencias!