CORRIENDO PARA GANAR
“…LOS QUE CORREN EN EL ESTADIO, TODOS A LA VERDAD CORREN, PERO UNO SOLO SE LLEVA EL PREMIO[.](?) CORRED DE TAL MANERA QUE LO OBTENGÁIS.” 1 Corintios 9:24.
En
la vida sólo tienes la posibilidad de correr una vez, por lo tanto,
¡corre para ganar!
Para evitar tropiezos y perder tu puesto, no mires atrás. No
puedes cambiar el pasado, pero da gracias a Dios que puedes
aprender de él y dejarlo atrás. No estés nervioso por la próxima
etapa; concéntrate sólo en el próximo paso. Si pierdes eso, puedes
caer y no volver a levantarte. Antes de que te des cuenta, pronto
tendrás más etapas a tus espaldas que las que te quedan por hacer.
Por tanto, dale importancia a cada una. Piensa:
“…despojémonos
de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con
paciencia la carrera que tenemos por delante…” Hebreos 12:1b.
Muchos
de nosotros llevamos el peso y la preocupación de cargas
que personas mayores y más sabias que nosotros saben que no
tienen demasiada importancia. Gastamos nuestras energías
apagando fuegos que se apagarían por sí mismos si los
dejáramos solos. El tiempo es tu recurso más valioso;
ahórralo, y habrás incrementado tus posesiones y disminuido
tus deudas.
Líbrate
de la carga de antiguas relaciones, miedos absurdos, y falsas deudas
con quienes tratan de manipularte. Hay bastantes pruebas dolorosas
en la vida; ¿para
qué soportar las que puedes apartar?
"Cuando
el ciego Bartimeo oyó que Jesús estaba cerca, tiró su capa (para
que no tropezara) y corrió hacia Él." Marcos 10:50.
Tú
necesitas hacer lo mismo hoy.