jueves, 20 de diciembre de 2012


LA NAVIDAD: DÍA DE NAVIDAD PARA SIMEÓN

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“…PUEDO YA MORIR EN PAZ… HE VISTO CON MIS PROPIOS OJOS AL SALVADOR” LUCAS 2: 29-30

La Biblia relata: “Había en Jerusalén un hombre llamado Simeón. Este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él. Y le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes que viera al Ungido del Señor. Movido por el Espíritu, vino al templo. Cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al templo para hacer por él conforme al rito de la Ley, él lo tomó en sus brazos y bendijo a Dios, diciendo: Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz… porque han visto mis ojos tu salvación…” (Lucas 2:25-34).

La historia de Simeón nos enseña tres verdades importantes:

Primera: No importa el tiempo que te lleve, si buscas al Señor, lo encontrarás. O lo que es mejor, Él te encontrará y se revelará a tu vida.

Segunda: Es Dios, y no tú, quien escoge el momento y la forma en que se te va a aparecer. Simeón no llegó a presenciar el ministerio maravilloso de Jesús durante sus últimos tres años de poder sobrenatural; no vio más que al recién nacido en los brazos de María. Pero había visto a Dios, y eso le bastaba.

Tercera: Aunque era una persona muy “piadosa”, Simeón se dio cuenta de que no estaría listo para morir a menos que conociera al Señor y lo tomara en sus brazos. Muchos no queremos morir hasta que no hayamos visto el mundo.Simeón no quería morir hasta haber visto al Redentor del mundo. Las preguntas que debes responder en este día especial son:

¿He tenido un encuentro con el Señor? ¿Es Él mi Salvador personal? Únicamente si puedes contestar afirmativamente a esas dos preguntas, estarás listo para morir.

miércoles, 19 de diciembre de 2012


LA NOCHE BUENA Y LA NAVIDAD – LA VERDAD SOBRE EL NACIMIENTO VIRGINAL

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UNA VIRGEN… DARÁ A LUZ UN HIJO… ” Mateo 1:23

" Los cielos anunciaron el nacimiento de Jesús con estas palabras: “Una virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Enmanuel (que significa: «Dios con nosotros»)” Mateo 1:23.

¿No resulta irónico que los primeros en cuestionar el nacimiento virginal de Jesús fueran los propios líderes religiosos? Los fariseos le dijeron en una ocasión: “¡Nosotros no hemos nacido de fornicación!…” Juan 8:41. Esta insinuación era clara y cruel, porque Jesús no podía señalar a José y decir: ‘Es mi padre.’

Es necesario entender lo siguiente: Jesús tenía que ser hombre para morir, y tenía que ser Dios para salvarnos. Nosotros somos hijos de padres terrenales, por lo tanto “nacimos en pecado”. Pero Jesús era el hijo del Padre Celestial, y con ello rompió el ciclo genético de pecado antes de nacer. En el Antiguo Testamento, se ofrecía un cordero expiatorio sin mancha (defecto de nacimiento) ni contaminación (taras posteriores). Jesús no había heredado pecado, ni tampoco lo cometió nunca. Él era el perfecto “¡Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!” (Juan 1:29).

El nacimiento virginal de Jesús es verdad porque:
a) Lo anunció el ángel del Señor (Mateo 1:20);
b) así lo reconoció el prometido de María;
c) Elizabeth, su prima, lo recibió por medio de revelación divina (Lucas 1:41-42);
d) la historia fue narrada por un respetado Doctor en Medicina que conocía bien el carácter de las partes implicadas: “Me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden… para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido” (Lucas 1:3-4)

martes, 18 de diciembre de 2012


POR SUS FRUTOS


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ASÍ QUE, POR SUS FRUTOS LOS CONOCERÉIS.” MATEO 7:20.

Aquella noche, todos quedaron sorprendidos cuando Altaír pidió un re­fresco, para acompañarlos en el brindis. Él era siempre el alma de la fiesta; le encantaba ser el centro de atención, y era el primero en levantar la copa para hacer el brindis. Pero, aquella noche, Altaír no había hablado mucho, y todos percibían que estaba allí más por compañerismo con los colegas de trabajo que porque le gustase la fiesta.
-¿Qué te ocurre? -le preguntó Norma, intrigada. Altaír sonrió. Había en sus ojos un brillo especial. Como si repentinamen­te hubiese descubierto algún tesoro. Todos lo miraban, atentos, para escuchar la respuesta.
-Entregué mi vida a Jesús -respondió con serenidad. Parecía un niño que había recibido un regalo; se mostraba feliz, pero sereno.
-¿Quéee? -preguntaron todos, al unísono.
-Acepté a Jesús como mi Salvador.
-¿Y eso que tiene que ver con el hecho de que no brindes?
-Nada -dijo él-: yo puedo brindar con un refresco.
-¿Estás loco?
-No; simplemente, no bebo más bebidas alcohólicas.
-Pero ¿qué tiene que ver la bebida con Jesús?
-Es que mi cuerpo es “templo del Espíritu Santo”.
No lo dejaron terminar. Lo bombardearon con una tonelada de pregun­tas: algunas sinceras, otras sarcásticas y otras despreciativas. Pero, Altaír no se incomodó; respondió a todo. Y aquella noche se retiró temprano a descansar, para asombro de todos sus compañeros.
Los frutos habían aparecido, de manera natural, en la vida de este precioso joven. Él no se esforzaba por mostrarse cristiano: simplemente, había empe­zado a vivir con Jesús la más bella historia de amor, y los frutos aparecían, lozanos, maduros y bonitos, en su experiencia. Siempre es así: no hay manera de vivir en compañerismo con Jesús y continuar siendo la misma persona del pasado.
Este día puede ser, en tu vida, un día de muchos frutos. Haz de Jesús el compañero inseparable de tu vida; comienza y termina el día con él; no te separes de él en ningún momento. Entonces, al andar por los caminos de esta vida, todos sabrán que algo extraordinario sucedió en tu vida. Las cosas viejas se habrán hecho todas nuevas, porque “por sus frutos los conoceréis”.

lunes, 17 de diciembre de 2012

LA NAVIDAD ES EL TIEMPO PARA PERDONAR Y OLVIDAR

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Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.” Mateo 18:21-22

¿Recuerda cuando… ?” Esas palabras se oyen a menudo durante la Navidad. Entre familia o con amigos traemos a la memoria recuerdos agradables de navidades pasadas. Pero también nos vienen a la memoria experiencias que no quisiéramos recordar: el dolor de algo que pasó, el aguijón de las críticas negativas, la decepción de alguna promesa incumplida, el rechazo, las aflicciones.

¿Qué hemos de hacer con esa clase de recuerdos? ¿Hemos de arrastrarlos por el resto de nuestra vida, junto con el resto de nuestras cargas?

No tiene que ser así, podemos deshacernos de esos recuerdos; es más, tenemos que deshacernos de ellos. Pero hay solo una forma de hacerlo: por medio del perdón. Perdonar a otros parece algo fácil de hacer, sin embargo, muy pocos lo hacemos. Miramos el perdón como si fuera una alternativa que tenemos en la vida, como algo que podemos aceptar o descartar. Pero la verdad es que el perdón es un requisito fundamental en la vida del creyente.

Desde el punto de vista de Dios, el rencor – o la falta de perdón – es una maldad. En Mateo 18, Jesús relata una parábola que ilustra las consecuencias del rencor. La parábola habla de un siervo que debía a su señor una deuda equivalente a millones de dólares. Cuando llegó el día en que debía pagarla, el siervo dijo a su amo: “Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo”. El amo se conmovió tanto que le perdonó toda la deuda.

Poco después, ese siervo buscó a un amigo que le debía el equivalente a $15 dólares. Al enterarse de que el amigo no podía pagarle, hizo que lo echaran en la cárcel y no le importó los ruegos que este le hizo. Cuando el amo del siervo oyó lo que pasó, se indignó y dijo que era un siervo malvado, y lo entregó a los verdugos hasta que pagara todo lo que debía.

Note el monto de la deuda que no fue perdonada: quince dólares. Las deudas pequeñas son las que por lo general nos causan más problemas: los resentimientos insignificantes entre conyuges o entre hermanos, los rencores que no parecen importantes como para afrontarlos. Tenga cuidado, esa es la clase de deudas de las que Satanás se vale para atormentarnos. Jesucristo pagó una montaña de deudas por usted. Sin duda, usted puede ser generoso con las deudas de centavos que otros le deben.

Busque al Espíritu Santo y pídale que le muestre cualquier rencor que usted esté albergando. Luego, arrepiéntase y deshágase de ese rencor. Haga de esta Navidad no solo un tiempo para recordar, sino también para perdonar y olvidar.

Por Kenneth Copeland

viernes, 14 de diciembre de 2012


CRISTIANO ESTÁS AQUÍ CON UN PROPÓSITO

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“…HE VISTO A DIOS CARA A CARA, Y HA SIDO PRESERVADA MI VIDA” (Génesis 32:30 LBLA)

La Biblia nos dice que satanás trabaja “de día y de noche” para acusarte y juzgarte (Apocalipsis 12:10). Pero si la Palabra de Dios está “en tu boca y en tu corazón” (Romanos 10:8), puedes vencerlo. Cuando satanás te sugiera que te rindas, Dios te animará a que sigas adelante (Mateo 5:11-12). Cuando te diga que debes preocuparte sólo de ti mismo, Dios te dirá que le des preferencia al prójimo (Filipenses 2:3-4). Cuando te diga que está bien guardar rencor, Dios te instará a que perdones cuantas veces sea necesario (Mateo 6:14-15). Cuando satanás te pida que te vengues, Dios te pedirá que seas un pacificador (Romanos 12:18-19). Cuando te tiente para que te lleves todos los honores, Dios te pedirá que glorifiques a Jesús (Juan 17:5). Cuando te diga que guardes las apariencias porque nadie ve el interior, Dios te recordará que Él ve el corazón (1 Samuel 16:7). Cuando te diga que no eres atractivo físicamente, Dios te asegurará que “maravillosamente [has] sido hecho” (Salmo 139:14). Cuando satanás te quiera hacer ver que estás solo y que nadie te comprende, Dios te confirmará que nunca te va a abandonar y que tiene grandes planes para tu vida (Deuteronomio 31:6 y Jeremías 29:11).

Escribió David: “Sé que soy de tu agrado, porque no permitiste que mis enemigos triunfaran sobre mí. Has preservado mi vida…” (Salmo 41:11-12 NTV). El enemigo tratará de menoscabarte sacando a relucir tu origen étnico, y si no lo consigue, entonces recurrirá a recuerdos dolorosos de la infancia, o desenterrará pecados del pasado y te traerá a la memoria promesas rotas y sueños no cumplidos. Dijo Jacob: “…He visto a Dios cara a cara, y ha sido preservada mi vida” (Génesis 32:30 LBLA).

En resumen: Dios tiene un plan para tu vida. Si no fuera así ¡no estarías aquí” Cristiano estás aquí con un propósito.

jueves, 13 de diciembre de 2012


UNA GRAN OFERTA

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En la escuela en clases de Matemáticas la profesora pregunta a los niños: ¿Quién me puede decir cuánto es 4×4? El silencio inunda el aula, nadie respondía, luego de un momento de incertidumbre numérica se pone en pie Tavito y dice: “Yo sé profesora, 4×4 es empate” ¡Que has dicho! Tavito estas equivocado, ¡que vergüenza!, luego de una pausa la profe continua preguntando, ¿y 2×1 cuanto será? Luego del error de Tavito nadie se atrevía a responder, un segundo, tres segundos, treinta segundos y el silencio era aun mayor que antes, entonces nuevamente Tavito se pone en pie y dice, Profesora: si es 2×1 eso significa que es una promoción, si es 2×1 seguro que es una oferta.

Este tiempo de adviento y navidad podríamos decir que es un tiempo de oferta, un tiempo de promoción, si analizamos y meditamos todas las lecturas bíblicas que la iglesia nos propone, veremos que lo que dijo el niño es una realidad: Adviento y Navidad, es un tiempo de “una oferta espiritual” todo el mes de Diciembre, Dios ha querido ofertarnos lo mejor de su palabra. Todo este tiempo será un tiempo de promoción.

La navidad para muchos efectivamente será un tiempo de oferta, pero oferta material vemos todos los días, las ofertas de las luces navideñas; Que triste que los cristianos nos esmeramos y esforzamos por los focos y luces exteriores y nos olvidamos de buscar y conocer la verdadera oferta navideña. Cristo hace su ingreso a este mundo, la Luz del mundo vino hace 2000 años para iluminar nuestras vidas, alumbrar los lugares mas sombríos y oscuros de nuestra alma, pero la mayoría nos equivocamos y cambiamos la Luz de Cristo, por unos simples focos y luces exteriores.

Hace unos días, leía en la prensa que a un personaje famoso de la farándula, le iban a pagar varios millones de dólares, simplemente por encender las luces de navidad en un centro comercial. Cristo es el famoso más grande de la historia, el quiere en este mes encender los corazones y las almas de sus fieles seguidores, y lo más hermoso de esta oferta navideña es que Cristo lo hace gratis, Jesucristo ha venido a este mundo a brillar sobre las tinieblas, el quiere prender y encender el foco de la fe, la luz de la esperanza, Cristo quiere prender la antorcha del amor en nuestros corazones, ¡Que gran promoción! ¡Que novedosa oferta! ¿Qué harás respecto de esta oferta? ¿Tomaras para tu vida esta promoción? O ¿te quedaras simplemente con los focos y luces exteriores?… ¡TU DECIDES!

Oración: Gracias Señor, por esta gran oferta espiritual, Gracias por este bello y emocionante tiempo en el que nos preparas para recordar el día en que se dio la mayor promoción espiritual. Enviaste a tu Hijo amado Padre para iluminar la Humanidad, Que emoción intensa, provoca recordar y meditar en esos momentos en que enviaste a tu Hijo amado, Tu hijo se hizo como uno de nosotros, Gracias Padre por esta gran oferta espiritual que tú estás haciendo desde hace 2000 años, Tu quieres encender los corazones, tu quieres prender la luz de mi alma, ¡Aquí estoy Señor! ¡Enciende mi corazón! ¡Ilumina mi vida! ¡Alumbra mis pasos! También enciende la luz en los corazones de mis seres queridos, enciende la Luz Señor en toda tu iglesia, En este momento pedimos la gracia de poder aprovechar esta oferta, esta promoción: “Cristo es la Luz del mundo” en este día por Fe, acepto esta promoción, acepto la Luz de Cristo, Luz que brilla e ilumina por siempre. Amén.

Autor: Adhemar Cuellar

martes, 11 de diciembre de 2012


DIVULGUE LA PAZ DE DIOS EN ESTA NAVIDAD


Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres” – Lucas 2:13-14

La Navidad es una temporada muy importante del año. Es la temporada cuando el mundo entero oye el mensaje del nacimiento de Jesús y la gente se vuelve más bondadosa. Es el tiempo perfecto para sembrar semillas de amor en la vida de las personas que encontramos en el camino.

Esas semillas a veces pueden tomar la forma de una palabra amable a alguien en medio del bullicio y trajín de las compras. Otras veces, pueden tomar la forma de una oportunidad de orar por alguien y ministrarle. Pero no importa dónde usted se encuentre, esté preparado para aprovechar cualquier oportunidad para ayudar a los demás.

Yo he tenido algunas experiencias asombrosas cuando he dado unos cuantos dólares a alguien en necesidad. Al darle el dinero a la persona, le he dicho: “Este dinero es del Señor Jesucristo. Yo le sirvo a Él y Él me ha indicado que le ayude a usted”.

Es asombroso ver cómo la gente está más dispuesta a oír cuando uno dice las cosas con amor. Mucha gente nunca ha conocido a nadie que de veras le muestre interés y amor. En esta temporada navideña, sea esa clase de persona para con los demás. Divulgue el mensaje de paz que es posible en Jesucristo y de su buena voluntad para con los hombre.

Quién sabe cuántas de esas semillas echen raíces un día y hagan entrar a alguien en el glorioso reino de Dios.

Lucas 2:1-20

2:1 Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado.
2:2 Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria.
2:3 E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad.
2:4 Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David;
2:5 para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta.
2:6 Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento.
2:7 Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
2:8 Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.
2:9 Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.
2:10 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:
2:11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.
2:12 Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.
2:13 Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían:
2:14 ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!
2:15 Sucedió que cuando los ángeles su fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado.
2:16 Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.
2:17 Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño.
2:18 Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían.
2:19 Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
2:20 Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.

Kenneth Copeland

lunes, 10 de diciembre de 2012


LOS ELEGIDOS EN CRISTO JESUS


Efesios 1:4 ‘’En Cristo Dios nos eligió antes de la fundación del mundo, para estar en su presencia santos y sin mancha.’’

Isaías 42:1 “He aquí a mi siervo a quien yo sostengo, mi elegido al que escogí con gusto, He puesto mi Espíritu sobre el, y hará que la justicia llegue a las naciones.”

Elegidos de antemano,  elegidos con gusto, es una excelente noticia, una noticia que tiene que ser compartida y anunciada de todas las formas posibles.   En nuestra vida de alguna u otra manera buscamos ser elegidos, queremos ser aceptados por alguien o por los demas, en algunos casos como por ejemplo: El Matrimonio. Quizás usted haya sido elegido por que a su futura esposa no le quedaba otra alternativa, sus amigos, sus familiares; la presionaron diciéndole que se le estaba yendo el tren, “te vas a quedar para monja” y así no le quedo mas remedio que elegirlo a usted. La buena noticia para este tiempo es que “Dios nos eligió con gusto”. Que emoción, nuestro creador nos elige no por lo que seamos, sino porque él lo quiso así.

 “Dios nos eligió con gusto” es una frase  que tendríamos que recordar cuando  se cierran muchas puertas en nuestra vida,  cuando nos rechazan.  Pueda ser que en este momento hayas sido rechazado por tu esposo o viceversa, quizás sientes que todo el mundo te ha dado la espalda,  piensas que no sirves para nada. No es verdad, todas esas voces son inducidas por nuestro enemigo.  Nos cierran las puertas, nos desprecian; pero Dios nos elige con gusto. En Cristo, Dios nos eligió antes de la fundación del mundo; me emociona cuando vuelvo a leer en Efesios 1:4. El motivo de su elección,  es para estar en su presencia, para estar con el, para disfrutar de sus bienes infinitos y eternos. Que emoción, ya no estés desilusionado, ya no te sientas aislado y rechazado; Dios te elige en este momento.

Se cuenta que en un centro de salud mental, estaban 4 personas una de ellas rompe la rutina  y mirando al cielo dice: Mañana va a llover  ¿Por qué crees que pasara? Preguntan los otros el dice seguro que llueve lo digo yo que soy el elegido de Dios. ¡Estas loco! Dice uno de ellos, no va a llover mañana recién lloverá dentro de un mes: Lo digo yo que soy el verdadero elegido de Dios.  ¡Que dicen ustedes dos!  No lloverá mañana ni tampoco dentro de un mes, recién lloverá dentro de un año, tienen que creerlo así, porque lo digo: Yo que soy el verdadero elegido de Dios.  Entra en acción el cuarto personaje de nuestra historia diciendo: ¡ustedes si que están locos!  Yo no he elegido a nadie.

En este mundo en el que resulta difícil ser elegido,  en estos tiempos en que las disputas por ser los elegidos aumentan,  hay una buena noticia. Dios no solo te esta eligiendo a Ti, Dios lo elige a El, Dios elige a ella,  Dios me eligió a mí,  Dios nos elige a todos. Y lo hace con gusto.


Dios te ha elegido, y tú que harás?  Lo eliges a él cómo tu amo y Señor?  Corresponderás a esta elección diciéndole: ‘’Señor yo te elijo también con gusto,  te elijo con agrado te elijo porque eres el mejor.

Oracion: Que gran noticia amado Dios. Esto es lo que necesitaba conocer,  Soy elegido por ti, Gracias Señor.  Gracias por haberme elegido para conocerte, para amarte, para compartir contigo y estar en tu presencia.  Gracias Señor, hoy me siento motivado,  ya no me deprimen los rechazos y mas rechazos que he tenido,  hoy me deleito y disfruto el saber que tu me elegiste con gusto para estar en tu presencia, me eliges para amarte seguirte servirte y para compartir contigo ahora y siempre… Amen

Escrito por: Adhemar Cuellar

miércoles, 28 de noviembre de 2012

EL PELIGRO DEL ORGULLO



Perfecto eras en todos tus caminos desde el día en que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad.” Ezequiel 28:15.

De la perfección a la maldad. ¿Cómo es posible? Lucifer era perfecto, al salir de las manos del Creador. Pero, justamente por ser perfecto, nece­sitaba ser libre. Si no pudiese decidir, no sería libre; sería apenas un esclavo del bien, y no sería perfecto. Su tragedia fue pensar que podía vivir solo: decidió separarse del Creador y seguir un camino extraño. El orgullo es eso: la insensata idea de que puedes vivir solo.

Nadie puede; todos los seres creados somos dependientes. Vinimos de las manos del Creador, y solo seremos completos cuando nos volvamos a él. Pero, el orgullo te lleva a pensar que no necesitas de nadie; que eres autosuficiente y capaz de escoger tu propio camino. 

El resultado es que, lejos del Creador, aparece el deterioro. Lento, imperceptiblemente al comienzo. Pero, cuando un día abres los ojos, no te queda otra cosa sino un remedo de la imagen de Dios con la que fuiste creado.

A lo largo de mi vida, he conocido jóvenes brillantes. Tenían un mara­villoso futuro por delante; parecían un sol naciente, en las frías mañanas de invierno. Tal vez, justamente por eso creyeron que podían reinar, soberanos, en el escenario de su propia existencia. Hoy, queda poca cosa de ellos.

El origen del orgullo es un misterio; la Biblia no lo explica. Dios describe lo que sucedió pero, por algún motivo, no nos explicó el porqué ni el cómo. Simplemente, nos muestra el triste destino de separarse de la Fuente perma­nente de la vida, que es él. Si, por algún motivo, crees que puedes decidir solo, detente y piensa.

Dios permitió que el ser humano organizase el tiempo en días, semanas, meses y años, quién sabe por eso: para darte la oportunidad de hacer un alto y reflexionar. Reflexionar es vivir; y vivir es corregir, todos los días, a cada instante, siempre que percibes que te estás yendo fuera del camino que un día el Creador te preparó.

Haz de este un día de reflexión. ¿Quién es el centro de tu vida y de tus decisiones? ¿Quién ocupa el primer lugar en tu existencia?

Aprende de la historia. La historia de Lucifer es una historia triste, porque: “Perfecto era en todos sus caminos desde el día en que fue creado, hasta que se halló en él maldad’

DIOS TE BENDIGA

martes, 27 de noviembre de 2012

EL INVOCAR A DIOS NUESTRO PADRE




Ya que invocan como Padre al que juzga con imparcialidad las obras de cada uno, vivan con temor reverente mientras sean peregrinos en este mundo.” 1 Pedro 1:27 (NVI)

Invocar significa: Apelar a un poder superior, especialmente a una divinidad o espíritu, como ayuda o defensa en una mala situación. Llamar a alguien pidiendo favor y auxilio. Acogerse a una ley. Llamar, implorar, suplicar, impetrar, apelar, exponer, alegar.

Desde que tengo memoria, cada vez que invoqué a Dios, fue para pedirle algo. Siempre mi motivación estaba en buscar ayuda o una solución. Y a mayor problema, mayor era mi cantidad de invocaciones. Es un principio bíblico este de clamar insistentemente hasta que Dios nos de lo que pedimos, y siempre nos quedamos con esa parte de la verdad.

Pero me di cuenta con los años, que solo tomaba de la Biblia la porción que más me convenía haciendo oídos sordos a la contrapartida de esa promesa maravillosa. Leyendo una vez más el libro de Pedro, Dios me recordó mi error parcial y me hizo notar esta parte de mis responsabilidades que prefería evitar. Es cierto que Dios escucha y responde aquellas cosas que le pedimos en su Voluntad. Y que es un Dios bueno, misericordioso, generoso y paciente.

Pero existe una condición a nuestro clamor que muchas veces nos olvidamos de cumplir. Y Pedro es bien claro en este sentido. Si implorás al Padre, entonces viví en el temor de Dios. Temor no es miedo, no es terror al castigo. Temor a Dios es respeto a Dios, es veneración por su Santidad. Es vivir con el cuidado diario de no ofender ni agraviar a Dios con nuestra actitud cotidiana. 

Parece un contrasentido tener que escribir esto, pero nos acostumbramos a pecar porque no tenemos un castigo inmediato de parte de Dios. Si Dios cambiara su manera de relacionarse con el ser humano y castigara fulminantemente un pecado, como lo hizo con Ananías y Safira que mintieron en la iglesia, ¡seguramente, todos cambiaríamos inmediatamente de actitud!

Pero como disfrutamos de la Gracia divina y Dios es paciente y amoroso, nos abusamos. Seguimos pidiéndole que nos ayude, pero no cumplimos nuestra parte. Vivimos pecando, enojados, con rencor, con egoísmo, envidiando, apáticos, indiferentes, excusándonos, es decir, sin temor de Dios.

¿Quieres respuesta a tus pedidos? Es tiempo de cambiar de actitud. Haz un pacto con Dios, vive con temor de Dios cada día. Y vas a ver. Dios siempre cumple.

REFLEXIÓN – Si invocas, obedece.

jueves, 22 de noviembre de 2012

AVIVE EL PODER DE DIOS


Deseando verte, al acordarme de tus lágrimas… Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti… Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.”– 2 Timoteo 1:4,6,7
Habrá veces en la vida cuando usted podrá discernir lo que Dios quiere que haga, pero sentirá que no tiene los recursos en sí mismo para hacerlo, sentirá que se ha secado internamente. Pero usted sabe que la Palabra dice que “de su interior correrán ríos de agua viva” (Juan 7:38). Pero, en esos momentos, usted ni siquiera puede encontrar el riachuelo, mucho menos el río.
La Palabra de Dios nos da una orden clara en cuanto a qué hacer en tal situación; nos dice que debemos avivar el fuego del don de Dios que está en nosotros. 
Lo que usted debe hacer es avivarse a sí mismo, y para hacerlo, ya tiene en su interior lo que necesita; Jesús ya lo puso ahí. Todo lo que necesitará en la vida para llevar a cabo lo que Dios le ha llamado a hacer ya ha sido puesto en su interior por el Dios Todopoderoso. La fe, el poder y el amor ya están ahí. Créalo, declárelo, dígalo.
Confiese esas cosas ahora mismo en voz alta: “En el nombre de Jesús, avivo el don que está en mí por la fe. No voy a esperar hasta sentirme avivado, sino que lo avivo por la fe. Estoy dando un paso de fe y sé que después los sentidos me seguirán. Avivo también el amor y el poder de Dios que están en mí. Me estoy avivando y estoy echando al diablo de mis asuntos. Me estoy avivando en el Espíritu del Dios viviente. ¡ESTOY avivado!”

Kenneth Copeland

miércoles, 21 de noviembre de 2012

UN FINAL ELECTRIZANTE



Jesús resucita al hijo de una viuda.” Lucas 7,11-15  

Jesús se dirigió poco después a un pueblo llamado Nain, y con el iban sus discípulos y un buen número de personas. Cuando llego a la puerta del pueblo, sacaban a enterrar a un muerto: era el hijo único de su madre, que era viuda. Y mucha gente del pueblo la acompañaba.  Al verla, el Señor se compadeció de ella y le dijo: “No llores”  Después se acerco y toco el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron. Dijo Jesús entonces: ’Joven yo te lo mando, levántate’’  Se incorporo el muerto inmediatamente y se puso a hablar. Y Jesús se lo entrego a su madre.

En el evangelio vemos  que hay dos caravanas que marchan: Una que lleva vida, la otra que lleva muerte.   Jesús resucita a un joven, el evangelio  no dice la edad del muerto, solo dice que era un joven,  probablemente como era joven había enfermado,  y antes de morir había acudido al médico.

Hablando de enfermos, médicos  y cirugías estaban varios niños en un curso de primeros auxilios,  el instructor pregunta a los niños: ¿Ustedes saben por qué los médicos llevan una mascarilla antes de hacer una cirugía?, niños han visto  que los médicos se cubren la cara antes de una operación, ¿Por qué lo hacen?  Pasa un segundo, pasan tres segundos, pasan treinta segundos y nadie respondía, de pronto se pone en pie Tavito uno de los niños diciendo con firmeza: “ellos usan mascarilla para no ser reconocido por el paciente por si mete la pata” seguro se  cubren la cara para no ser reconocidos por su paciente, si se equivocan en la cirugía…”

Muchas veces estamos enfermos del alma, cuando pasamos por alguna tribulación,  llega el momento del dolor y sufrimiento,  en estos momentos aparecen los “aparentes  doctores” se ofrecen los “falsos médicos del alma” y  nos dicen: tengo la solución a tu problema”,  “yo puedo ayudarte’’, los enemigos de nuestra alma se camuflan, se disfrazan y muchas veces lo hacen como dijo el niño con la cara cubierta,  para no ser reconocidos.

No nos equivoquemos de médico, el único doctor que tiene poder para devolvernos la vida y vida en abundancia  es Cristo Jesús, en este momento a los que estamos muertos en vida, a los que están enfermos, sufriendo, a los que están tendidos en el suelo sin esperanza, Cristo les dice:  ¡LEVANTENSE!

El joven luego de volver a la vida,  después de algunos años volvió a  morir,   el evangelio no muestra que paso con el joven que Cristo  levanto de entre los muertos.

Cuando meditaba en este pasaje bíblico  vino a mi mente una pregunta referente al joven:¿Cómo viviría después de resucitar?  ¿Llevaría una vida productiva?  O ¿una vida sin novedad? ¿Llevaría una vida emocionante?  O tendría una vida como la mayoría ¿aburrida monótona y rutinaria?

De vida aburrida, monótona y rutinaria   dos amigos estaban dialogando,  uno le pregunta al otro: ¿haz pensado como vas a morir?  ¿Cómo quieres morir?    Lidubino al escuchar esta pregunta se apresura a responder: lo tengo decidido “’voy  a morir con los dedos en el enchufe’’,  ¿por qué? Vuelve a preguntar su amigo,   Lidubino sonriendo dice:quiero morir con los dedos en el enchufe, porque quiero tener un  final que sea electrizante…

En esta noche el Señor así como entro al pueblo de Naim para resucitar a un joven, también quiere entrar pero esta vez quiere entrar en su vida,  Jesucristo está vivo,  El es el mismo de Ayer de Hoy y de siempre.(Hebreos 13,8)  En estos instantes  Jesucristo se detiene y observa a todos los que están muertos en vida,  es decir todos los que están sin esperanza,  los que sufren, los que están enfermos de cuerpo y alma,  los atribulados llenos de problemas, los que están por el suelo, los que se arrastran ante los faraones del mundo, los que piensan que ya no hay vida, ya no hay solución para su dolor, para su enfermedad y sufrimiento a todos ellos les dice: ¡LEVANTENSE!, a ti te digo Carmen levántate,  a ti te digo Juan: ¡levántate!,  a ustedes que leen este mensaje les dice: LEVANTENSE.

¡Hoy es el día de la salvación!, este día estaba hecho desde la eternidad para  que Cristo llegue a nuestra vida.  Deje que él entre en su corazón, que sane su  corazón enfermo y herido por los falsos doctores que se cubrieron la cara y lo han dejado más muerto que vivo. Jesucristo quiere darnos la oportunidad de cambiar la muerte por la vida.  Deje que El entre a su vida Monótona, aburrida y rutinaria,  Con Cristo en la caravana de su vida,  usted vivirá una vida diferente, una vida plena, una vida de película, una vida emocionante, una vida fantástica y lo mejor de todo es que el final de su vida tendrá un final electrizante, su vida será llena de la LUZ DIVINA,  luz que tiene poder para darle VIDA y VIDA ETERNA.  Amen

lunes, 19 de noviembre de 2012

DIOS MIRA EN TU CORAZÓN


“…EL SEÑOR JUZGA LOS MOTIVOS” Proverbios 16:2 NVI

Henry Blackaby cuenta la historia de un hombre que se creía muy bueno y oraba así: ‘Señor, algo no va bien. Leo la Biblia, hago oraciones regularmente, no falto a la iglesia y siempre doy dinero para obras benéficas; y sin embargo siempre ando justo. Mi hermano, en cambio, no hace ninguna de esas cosas y tiene un montón de dinero. ¿Cómo es que le das a él tanto y a mí tan poco?’ Tras una pausa, se oyó una voz que decía: ‘¡Porque tú eres un santurrón y un soberbio!’ Nos dice la Biblia: “…Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes” (Santiago 4:6). El Señor ve las intenciones de tu corazón y juzga tus motivos.

Puedes asistir a la iglesia, pero con un corazón alejado de Dios, como los israelitas. Isaías 1:10-17Puedes ayudar a los necesitados y seguir siendo avaricioso, como Judas. Juan 12:4-8


Puedes proclamar tu amor por Jesús y al mismo tiempo ser influido por el diablo, como Pedro. Mateo 26:31-35

Puedes hacer muchos sacrificios y aun así vivir en desobediencia, como el rey Saúl. 1 Samuel 13:7-14

Incluso puedes ser un pastor que ama las grandes multitudes, pero que no tiene tiempo para los individuos. ¡Analiza el estado de tu corazón! El Buen Pastor dejó a las noventa y nueve ovejas y se fue a buscar a la que estaba perdida. Luego la cargó en sus hombros y la llevó a casa con gran alegría. “…El Señor juzga los motivos” (Proverbios 16:2 NVI). El Señor se fija en tu corazón. Por lo tanto, todo lo que haces debería tener su origen en tu amor a Él y a los demás. Mira más allá de tus acciones, sopesa los motivos y pídele a Dios que te revele lo que Él ve.

viernes, 16 de noviembre de 2012

EL DAR SIEMPRE LA GLORIA A DIOS



En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.” – Juan 15:8

En algunos círculos cristianos existe una tradición que dice que cuando los hijos de Dios soportan abnegadamente el dolor y el sufrimiento, el Señor recibe la gloria y el mundo queda admirado. ¡Qué mentira! Eso es una artimaña del diablo para tener esclavizados a los hijos de Dios.

La gente del mundo ya tiene suficiente dolor y sufrimiento, no quiere aumentarlos sino más bien evitarlos. A esa gente no le interesa lo que uno predique. Es la gente religiosa la que se preocupa por esas cosas. Los inconversos tienen mejor sentido común; ellos quieren ver resultados, por eso vienen a la iglesia cuando oyen que la gente está siendo sanada, liberada y rescatada del sufrimiento. Eso es lo que ellos están buscando, y eso es lo que Dios quiere que reciban.

La Biblia dice que Dios recibe la gloria cuando ellos ven a los paralíticos caminar y a los ciegos ver (Mateo 15:31). Jesús dijo: “En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto… ” (Juan 15:8). ¿A cuál fruto se refiere? Al fruto de las vidas restauradas y sanadas por el poder de Dios.

A una de nuestras campañas de sanidad llegó un hombre que tenía un cáncer tan avanzado que casi no había energía ni vida en él. Ni siquiera conocía al Señor, pero llegó con la esperanza de recibir un milagro. Durante las sanidades, el Señor le dijo a Ken que alguien estaba siendo sanado de cáncer en las glándulas, en la garganta y en el pecho. Cuando el hombre vino y recibió la sanidad, dijo: “Salí del hospital esta mañana con cáncer, pero ahora he sido sanado”. Él volvió al hospital esa tarde y los médicos lo examinaron y le dieron de alta. Como resultado, él recibió a Jesús como su Señor, y más tarde ese mismo día se reconcilió con su esposa, de la cual había estado separado. En el mismo día fue sanado, fue salvo y su matrimonio fue restaurado.

¡Eso es fruto! Eso da gloria a Dios. Cuando ministramos sanidad y liberación como lo hizo Jesús en la tierra, eso da gloria a Dios. Deshagámonos de la tradición religiosa y sigamos lo que la Palabra dice.

Hagamos que el mundo se admire de Jesús para que Dios reciba la gloria.

Juan 15:1-16
15:1 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 
15:2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. 
15:3 Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. 
15:4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
15:5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. 
15:6 El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. 
15:7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. 
15:8 En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. 
15:9 Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.
15:10 Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. 
15:11 Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.
15:12 Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.
15:13 Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. 
15:14 Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. 
15:15 Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer. 
15:16 No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé. 

jueves, 15 de noviembre de 2012

PODÁIS ESTAR FIRMES CONTRA LAS ASECHANZAS DEL DIABLO




Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo”. Efesios 6:11 (RV 95)

Hace algunos años vi una película estupenda (para mi al menos) que se llamaba 300. Contaba la historia de un ejército de 300 espartanos que debía detener en un desfiladero a un ejército de 100.000 persas. En tiempos donde las batallas se ganaban por el peso específico de la cantidad de soldados, una lucha pensada desde esta óptica era insostenible. No había alternativa que puedan comenzar a pelear. Cualquiera descontaba la victoria aplastante de los persas.

Sin embargo, los espartanos se plantaron en el acantilado dispuesto a dar pelea, con una única premisa. No se puede dejar pasar a los persas. Y un argumento lógico, 100.000 no pueden pasar por donde solo hay lugar para 100.

La primera escena del primer ataque persa intentando aplastar a su enemigo es tremenda. Y cuando venía la turba corriendo y se acercaban con ferocidad, el rey espartano solo repetía fuerte y seguro dos palabras: Firmes y constantes.

La misma idea nos platea el apóstol acostumbrado a ver a los soldados romanos en sus múltiples cautiverios. Y nos advierte que tenemos una lucha tremenda, porque nuestro enemigo no es menor. Es un estratega que planea asechanzas para derribarnos, atacando nuestros puntos débiles. El diablo es un especialista en estudiarnos para encontrar nuestras debilidades. No lee nuestro pensamiento, no puede estar en todos lados; pero con su ejército de demonios nos estudia en cada momento de nuestra vida, para saber donde golpear.

Sería una lucha desigual, y estaríamos condenados a la derrota si no fuera por un glorioso detalle. No peleamos solos. Tenemos a nuestro lado al Eterno Vencedor, al que mató a la muerte, al que derrotó al último enemigo, nuestro Aliado es el mismísimo Jesucristo.

Pero la victoria obtenida por Jesucristo que determina su triunfo absoluto en la guerra, no nos garantiza la victoria en cada batalla cotidiana. Para vencer cada día, es necesario nuestra actitud. Por eso Pablo nos alienta a mantenernos firmes. A estar despiertos y alerta, a no bajar los brazos, a no descuidarnos, a no perder el tiempo, a no dormirnos en los laureles, a no ser indiferentes al llamado, a no perder la santidad.

Cualquier descuido puede significar una caída. No permitas que el enemigo te gane. Dios te alienta y sostiene, pero tu:

REFLEXIÓN – Tienes que estar firme.

Dios te bendiga!