miércoles, 27 de marzo de 2013


ENGAÑOSO ES EL CORAZÓN
Escrito por Pastor Otoniel Font, el martes 26 de marzo del 2013.
Al regresar de grandes victorias, David y sus hombres se encuentran con que su ciudad había sido saqueada por los amalecitas. Siclag estaba quemada, y se llevaron cautivos a sus mujeres y a sus hijos. Ante esto, los que estaban con David hablaban de apedrearlo, pero David se fortaleció en el Señor.

David, después que se fortalece, entonces consulta a Dios. David no estaba consultando para ver si era la voluntad de Dios que él recuperase a su familia. ¿Por qué consultó David a Dios?

David había cometido un grande error en su vida que le costó caer en el problema en el que ahora se encontraba. En 1 Samuel 23:2, David consulta a Dios, preguntando: ¿Iré a atacar a estos filisteos? Y Dios le dijo que sí lo hiciera, pero los que estaban con él le dijeron que tenían miedo. Entonces, David volvió a consultar a Dios, y Dios le dijo que descendiera porque él le entregaría a los filisteos. Ahora, el capítulo 27 comienza diciendo: Dijo luego David en su corazón. En esta ocasión, David no consultó a Dios.

Engañoso es el corazón.
Lo que vemos en el capítulo 30, el despojo de Siclag, es el resultado de una mala decisión que tomó David en el capítulo 27. ¿Qué fue lo que dijo David en su corazón? David decide meterse en tierra de los filisteos, por miedo y por cansancio, huyendo de Saúl.

Más adelante, cuando David va donde los filisteos, comete un grande error. David hace un pacto con el rey Aquis y, para demostrarle a Aquis que estaba en paz con él, David comienza a pelear las batallas de Aquis, destruyendo ciudades en nombre de otro ejército que no era el de Dios.

Lo próximo que quedaba por conquistar era la tierra de Israel. Por el pacto que tenía David con Aquis, David iba a tener que salir a pelear contra Israel, que era el pueblo que él había sido llamado a defender, e iba a tener que matar a Saúl, cuando él no había querido matarlo antes.

En el capítulo 29, a los filisteos les da miedo con David, y le dicen a Aquis que no se unirían con él, mientras David estuviese con él, porque pensaban que algún día David se revelaría contra ellos. Aquis, para mantenerse en pacto con los filisteos, libera a David del pacto, diciéndole que se fuera.

Dios puso esto en el corazón de Aquis, porque Dios sabía lo que iba a pasar. David iba a tener que ir a pelear y a destruir el lugar que él había sido llamado a reinar. Entonces, cuando llegan a Siclag, encuentran su ciudad destruida, todo por haber estado peleando las batallas de otro.

Es entonces que David se fortalece en Dios, y vuelve a hacer lo que tenía que hacer desde un principio: Consultar a Dios.

¿Cuándo David se mete en problemas? Cuando decide seguir su corazón, sin consultar a Dios. ¿Cuándo es que tú te has metido en problemas? Cuando has decidido seguir tu corazón, sin consultar a Dios. Engañoso es el corazón.

David se unió con gente con la que nunca debió haber tenido un acuerdo. David se cansó de huir de Saúl, tuvo miedo de la muerte. El miedo lo hizo unirse con la gente incorrecta. Tuvo un poco de descanso, porque logró que Saúl dejara de buscarlo, pero entonces tuvo que pelear las batallas de otro que él no fue llamado a pelear.

¿Cuántos problemas tú estás peleando que no son tus problemas? Son problemas de otro, pero se han convertido en tus problemas porque tú te has metido en el campamento incorrecto.

¿Por qué la gente hace pactos incorrectos? Porque se cansan de los Saúl. Pero es que tú nunca llegarás a ser rey, si no hay un Saúl detrás de ti. Los Saúl se matan solos. Tú no fuiste llamado a matar a Saúl; fuiste llamado a matar a Goliat y a los filisteos. 

martes, 26 de marzo de 2013


EL TESORO QUE LLEVAS DENTRO






“…TENEMOS ESTE TESORO EN VASIJAS DE BARRO…” (2 Corintios 4:7)


Dios te ha dado talentos, y quiere que los uses. Es posible que estén latentes, ocultos bajo capas de fracaso, temor o una autoestima pobre. A lo mejor los has identificado pero no sabes cómo ponerlos en práctica. O tal vez hayas estado saltando de una relación a otra esperando que alguien reconozca lo que está dentro de ti y lo saque a la superficie. Sea cual sea tu caso, medita en lo siguiente: “…Tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros” (2 Corintios 4:7). Únicamente el Dios que colocó esos talentos en tu vida sabe dónde están escondidos y qué hacer para sacarlos a flote. Al enemigo le encanta que no cumplas tu destino o que retrases su cumplimiento. Cuando no dejas que Dios desarrolle tus talentos, le estás complaciendo a satanás y viviendo por debajo de tu potencial.

La realidad es que tienes tantos tesoros escondidos dentro de ti que el enemigo se ha propuesto robarlos. Nunca dudes de las intenciones de satanás. Jesús dijo que este viene a “…hurtar, matar y destruir…” (Juan 10:10). No se roba a nadie si la persona no tuviera algo digno de ser robado, ¿verdad? Quizás tus talentos estén en un estado primitivo y sin desarrollar, o incluso ocultos debajo de años de inseguridad, pecados no confesados, malos hábitos, pesares y desesperación. No importa; Dios puede tomar lo que parece insignificante y hacer de ello algo hermoso. Recuerda: Él hizo toda la tierra de la nada, así que imagina lo que puede hacer con algo, aunque sea pequeño. En este día, arrodíllate y ora: ‘Padre, ayúdame a reconocer los talentos que has puesto en mí y a usarlos para Tu gloria.’ Esa es una oración que Dios sin duda responderá.

lunes, 25 de marzo de 2013


¿ES MALO COMER CARNE EN SEMANA SANTA?














Dejemos por el momento a un lado la semana santa y concentrémonos en los alimentos en general, dentro de ello, la carne de res, por supuesto.

La Biblia es muy clara al afirmar que a raíz de la muerte y resurrección de Cristo, se abolió la ley de Moisés, la cual, en una de sus partes hacía distinción entre los alimentos considerados ceremonialmente limpios y alimentos considerados ceremonialmente impuros.

Este hecho se hizo evidente cuando Pedro el apóstol tuvo una visión muy interesante. Su relato se encuentra en el libro de
Hechos, capítulo 10: 9-16 donde dice: “Al día siguiente, mientras ellos iban por el camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea para orar, cerca de la hora sexta. Y tuvo gran hambre, y quiso comer; pero mientras le preparaban algo, le sobrevino un éxtasis; y vio el cielo abierto, y que descendía algo semejante a un gran lienzo, que atado de las cuatro puntas era bajado a la tierra; en el cual había de todos los cuadrúpedos terrestres y reptiles y aves del cielo. Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come. Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda he comido jamás. Volvió la voz a él la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo llames tú común. Esto se hizo tres veces; y aquel lienzo volvió a ser recogido en el cielo”

Esta visión fue una especie de lección objetiva
para que Pedro reciba a los gentiles y de esa manera cumpla el propósito de Dios de tomar pueblo para su nombre de entre los gentiles. Pero esa experiencia de Pedro nos muestra también que había llegado a su fin las distinciones entre alimentos limpios y alimentos impuros.

1ª Timoteo 4:4-5 dice: “Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias; porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado.”

Así que, todo alimento que existe en el mundo es bueno. No hay ningún impedimento bíblico para comer carne de res, o de cerdo, o de conejo o de cualquier otro animal.

Es conveniente sin embargo tomar en cuenta el principio de no ser tropiezo para algún creyente que en su conciencia está convencido que comer tal o cual alimento es malo para él.

1ª Corintios 8:13 dice: “Por lo cual, si la comida le es a mi hermano ocasión de caer, no comeré carne jamás, para no poner tropiezo a mi hermano.”

Esto en cuanto a los alimentos.

Ahora viene el asunto de la semana santa. Yo siempre tengo problema con esto de la semana santa, porque la idea que esto comunica a mi mente es que las otras semanas del año no son santas. Pero yo sé que todos los meses del año son santos, todas las semanas del año son santas y todos los días del año son santos, porque todo esto es de Dios.

La idea de una semana santa, en la cual la gente se esfuerza por refrenar el pecado, aunque el resto del año, las 51 semanas restantes, viva en pecado, no tiene en absoluto fundamento bíblico. Pero alguno dirá: El hecho que en semana santa se celebra la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, ¿no hace de esta semana, una semana especial? ¿Una semana santa? Pues no.

La Biblia condena la celebración de fiestas religiosas. Note lo que dice Colosenses 2:16-17 “Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuando a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo.”

Los falsos maestros del primer siglo, ponían gran énfasis en abstenerse de ciertos alimentos y en la observancia de ciertas fiestas religiosas, pero Pablo dice: Estas cosas son sombras que ya han sido disipadas por la presencia de Cristo.

De modo que la semana santa, es como cualquier otra semana del año, una semana para buscar glorificar a Dios como se lo debe hacer en cualquier otra semana del año. Con lo dicho no estoy afirmando que sea malo hacer memoria de la pasión, muerte y resurrección de Cristo, pero esto podemos hacerlo inclusive cada semana del año.

Algunas iglesias o asambleas celebran la cena del Señor cada primer día de la semana y en eso hacen memoria de la pasión, muerte y resurrección de Cristo. ¿Por qué esperar solo una semana señalada para recordar el cruento sacrificio de Cristo? Sobre la base de todo lo dicho hasta aquí, no existe en absoluto fundamento bíblico para afirmar que no se debe comer carne de res durante la semana santa.

Todos los alimentos son limpios y todas las semanas son santas. La instrucción para no comer carne de res en semana santa no proviene de Dios sino del hombre. Es un mandamiento de hombres. La Biblia advierte severamente en contra de someterse a mandamientos de hombres. Note lo que dice Tito 1:13-14 “Este testimonio es verdadero; por tanto, repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe, no atendiendo a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad.”

Cuidado con hallarse obedeciendo mandamientos de hombres como si fueran mandamientos de Dios.

Por David Logacho

EL HOMBRE Y LA MUJER “BIENAVENTURADOS”



casados-felices-bienaventurados 

BIENAVENTURADO EL HOMBRE QUE…” (Salmo 1:1 RVC)
 
He aquí una clave bíblica para ser bendecido: “Bienaventurado el hombre que no anda en compañía de malvados… que, por el contrario, se deleita en la ley del Señor, y día y noche medita en ella. Ese hombre es como un árbol plantado junto a los arroyos: llegado el momento da su fruto, y sus hojas no se marchitan. En todo lo que hace, prospera” (Salmo 1:1-3 RVC). El hombre y la mujer “bienaventurados” se destacan de la multitud porque su carácter es más profundo, sus ideas más creativas, su espíritu más moldeable, mayor su coraje, son mejores líderes, se preocupan más de los demás, su compasión es más genuina y sus convicciones están más arraigadas.

Tienen gozo en medio de la adversidad y demuestran una sabiduría propia de gente de más edad. Son como una caja de sorpresas y cuando crees que ya los has catalogado, resultan impredecibles. Cuando estás a su lado, al principio te sientes un poco inseguro porque no sabes qué esperar de ellos. Pero con el paso del tiempo te das cuenta de que se puede confiar en sus ideas y sus hechos. ¿Por qué? Porque tienen raíces profundas que están arraigadas y llegan hasta los manantiales de aguas. Por consiguiente, todo lo que emprenden “prospera”.

Tú también puedes ser uno de ellos. Lo único que tienes que hacer es establecer una escala firme y clara de prioridades. El peor enemigo del crecimiento espiritual es el exceso de ocupaciones, lo cual va a unido a lo que la Biblia llama “mundanal” -es decir, dejarse arrastrar por el ritmo frenético de la sociedad, con el consiguiente descuido de las cosas de Dios. Lo mires como lo mires, el ingrediente clave para prosperar es el tiempo. No el tiempo que sobra, no los restos, sino el tiempo de calidad, tiempo para meditar y para comunicarte con Dios. Tiempo dedicado a Él sin prisas ni interrupciones.

viernes, 22 de marzo de 2013


UN NUEVO FINAL PARA TU HISTORIA
En 1 de Samuel 30:6, dice que David se angustió mucho porque querían apedrearlo. Y sigue diciendo que todo el pueblo estaba en amargura de alma, mas David se fortaleció en Jehová, su Dios.

¿Has tenido una experiencia que te haya llevado a angustiarte mucho? La clave se encuentra en fortalecernos en el Señor, fortalecer tu hombre interior.

Tu hombre interior es esa parte de tu vida que te da autoridad, te da firmeza, y te pone en el propósito de Dios. Pero, ¿cómo fortalecer tu hombre interior? Esto es algo que se hace conscientemente.

Tú necesitas escuchar palabra, llegar a cada servicio de tu iglesia, independientemente del cansancio porque, aunque probablemente tu mente saldrá más cansada, habrá una palabra en tu interior que, cuando la necesites, va a fluir de tu interior dándote la fortaleza para perseguir, para alcanzar y para recuperar todo lo que el enemigo te ha querido robar.

Para fortalecerte en el Señor, tu mente juega un papel muy importante. Aunque la fortaleza proviene del espíritu, tu mente interrumpe lo que Dios quiere hacer en tu hombre interior.

Nuestra mente tiene dos funciones básicas: la capacidad de memoria, y la capacidad de imaginación. Todo el tiempo utilizas tu mente para recordar o para imaginar. Tú resuelves problemas, basado en el archivo de recuerdos que tienes, o imaginando la solución del problema.

Estas dos cosas están íntimamente ligadas. Tu imaginación, definitivamente, es totalmente afectada por tus memorias. La razón por la que mucha gente no puede ver un futuro claro es porque las memorias que tienen no se lo permiten ver. Sin embargo, lo trágico que tú has vivido, alguien lo puede usar como pasión para imaginar un futuro lleno de victoria, y sacarle provecho a lo que a ti hoy te deprime.

Montones de personas que han tenido el mismo problema que tú, y se han hecho millonarios contando el problema de una manera diferente. Han utilizado la tragedia para proyectarse de otra manera.

Tu proyección hacia el futuro es también indispensable para arreglar tus memorias. Es imposible borrar de tu mente tus memorias. Dios olvida tu pasado, pero él ha tratado de que tú te olvides y tú no te olvidas.

Hay quienes dicen que, cuando llegues al cielo, Dios te va a pasar toda una película de tu vida, pero, para hacer eso, Dios tendría que ir al fondo del mar, donde él echó tu pasado. Cuando Dios te ve a ti, él no ve nada de tu pasado, él lo que ve es la sangre de Cristo. Es más, él ni te ve a ti, él ve a Cristo en ti, él te ve a través de Cristo. 
 
Aun así, Dios no ha podido hacerte olvidar tus memorias. Has creído que tú eres tus memorias, que tú eres tu pasado.

El mundo siempre te va a querer recordar lo que tú eras, pero hay poder en lo que tú eras porque, cuando se nos menciona en el Nuevo Testamento a Raab, la ramera, lo que se nos está diciendo es que Dios puede usar a una que era ramera para traer libertad. Así que, de ahí puede salir algo bueno.

En el Antiguo Testamento, Dios se llama a sí mismo el Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Es curioso que Dios se llamara a sí mismo de esa manera, porque él le había cambiado el nombre a Jacob por Israel. Dios no dijo que ahora se llamaría entonces el Dios de Abraham, de Isaac y de Israel. Dios siempre se llamó el Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob, porque a Dios no le importa identificarse con la peor parte de tu vida. Él era el Dios de aquel que llamaban ladrón, estafador. Dios nunca tomó en consideración el nombre que el mundo le puso.

Dios no cuenta tu pasado para tu futuro, pero se le hace muchas veces difícil borrar tu pasado de tu propia mente. Por esa razón, cuando Dios te habla, te profetiza tu futuro. Él te profetiza tu futuro para que tú reescribas tu pasado, para que tú puedas reescribir tus memorias y darle un nuevo final a tu historia. 

Escrito por Pastor Otoniel Font, el jueves, 21 de marzo del 2013. 


jueves, 21 de marzo de 2013


ERES LO QUE PIENSAS



destacados consejos y principios , pensamientos cristianos, oraciones cristianas, mensajes cristianos para jovenes, devocionales cristianosPor Edgardo Tosoni

Dios está interesado en tu mente y tus pensamientos. ¿Sabes por qué? Porque lo que pensamos tiene un gran impacto en cómo actuamos. Eres lo que piensas. Por lo tanto cuanto más sanos y verdaderos sean tus pensamientos más sana será toda tu vida. Pero cuánto más fatalistas, negativos y negros sean tus pensamientos más te enfermarás.

¿Por qué te deprimes? Porque más allá de las situaciones que hayas vivido, piensas en todo lo triste, lo doloroso y lo que está mal. Te ves a ti mismo como víctima y sufres.

¿Por qué mantienes el rencor y la falta de perdón? Porque piensas una y otra vez en lo que te han hecho, y cuánto más lo piensas más herido te sientes y mayor es tu enojo y deseos de vengarte.

¿Por qué fracasas cuando emprendes alguna actividad? Porque piensas que no podrás hacerlo bien, que no eres suficientemente capaz, o que a otros les irá mejor que a ti.

¿Por qué te aislas de la gente y te encierras en ti mismo? Porque piensas que todos son unos falsos, que no se puede confiar en nadie, o bien, que no volverás a permitir que nadie te lastime.

¿Por qué sientes que Dios está lejos y no te escucha? ¡Porque es lo que piensas y sientes!

Pero todos los ejemplos anteriores tienen algo en común: son mentira. Son pensamientos mentirosos que te mantienen atado, paralizado, frenado y dando vueltas en círculos.

Pensar correctamente es vital para vivir correctamente y tener éxito en todo lo que emprendas. Pensar correctamente es pensar como Dios piensa. Es funcionar de acuerdo a los pensamientos de Dios.

Cuando piensas correctamente, las decisiones que tomes respecto a cada área de tu vida serán buenas, y aún si te equivocas podrás corregirlo y volver a empezar.

Dejarte guiar por Dios y su forma de pensar es la mejor decisión que tú y cualquier persona puede tomar.

Para pensar sabiamente tienes que pensar como Dios piensa. ¿Y cómo piensa Dios? Lee su Palabra y lo descubrirás. Pero te doy algunos ejemplos: Dios piensa en que todo es posible, Dios piensa en sanidad, Dios piensa en gozo, Dios piensa sin miedos, Dios piensa en abundancia, Dios piensa ideas originales y creativas, Dios piensa en fe, Dios piensa en avance, crecimiento, multiplicación.

¡Anímate a pensar como Él!

¿Qué tipo de decisiones crees que toman las personas que piensan como Dios piensa?

¿Qué situación enfrentas actualmente en la que necesitas aprender a pensar como Dios piensa para encontrar la mejor solución?