viernes, 20 de diciembre de 2013

MI DIOS ES PRINCIPE DE PAZ


¡Extienda su alfombra y dele paso al Príncipe! Él rompió los moldes existentes desde su llegada al mundo. Escogió un burrito en lugar de un corcel, una corona de espinas en vez de una real, su talante es sencillo, el vestido como el de un pastor. Habló con miles (en tres años), pero le siguen millones hasta la eternidad. Su facha no era majestuosa (Is 53.2), pero su corazón ha cautivado al mundo. Es Emmanuel, el Príncipe de Paz, el ungido del Señor, el enviado a reparar los corazones heridos, el portador de la mejor noticia. No podemos verle, pero la evidencia de sus huellas es visible en el andar de su corte redimida. Desenrolla tu alfombra (tu vida) y permítele que pase. Su paz es un Shalom preciado. ¿La deseas tú?

Hoy es difícil hablar de paz, pero los cristianos no debemos dejarnos llevar por los príncipes de este mundo (los que ven las soluciones en las guerras, los que las financian, los que las encubren). Hay también guerras que no son contra otros humanos, sino contra Dios. El maltrato al medio ambiente (pura creación de Dios), la contaminación de las aguas, la capa de ozono, en fin. Amamos la paz puesto que está en nuestro ADN; si fuimos hechos nuevas criaturas en Cristo, la paz debe regir toda obra y pensamiento de nuestros corazones. “Que gobierne en sus corazones la paz de Cristo, a la cual fueron llamados en un solo cuerpo” (Col 3.15a).

A propósito, quiero compartir con ustedes esta idea. Por años hemos escuchado decir a la gente – Yo voy a la iglesia para ver si encuentro paz (o a buscar paz)-. Y nosotros, cristianos, asentimos satisfechos y damos aprobación con palmadita en el hombro y todo, como expresando con gesto piadoso nuestro contentamiento. Pero esto es falso, muy falso. A la iglesia venimos a buscar a Cristo, el Príncipe de Paz, no a la paz en sí. Nuestro singular Príncipe, anunciado por los profetas y revelado en la Palabra, es el único tesoro a buscar en la iglesia. Cuando lo encuentras, Él te da su paz, y lo demás te lo da por gracia. El evangelio lo confirma de esta manera: “Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas”. (Mt 6.33.)
 
Los conceptos de paz, sosiego, tranquilidad, amor y consuelo que muchas veces se vienen a buscar en la iglesia (en el templo en este caso), están más cercano a los estándares y patrones del mundo, que a los verdaderos motivos de Dios. Apodérese de Cristo y Él se empoderará en Ud. Busque el Reino de Dios y la paz le llegará por Su gracia.

La Palabra de Dios nos dice: “Porque a Dios le agradó habitar en él con toda su plenitud y, por medio de él, reconciliar consigo todas las cosas, tanto las que están en la tierra como las que están en el cielo, haciendo la paz mediante la sangre que derramó en la cruz”. (Col 1.19-20). Es su sangre derramada la génesis de nuestra paz, lo que nos convoca a la paz.

Dios prometió paz a su pueblo. Es promesa y su Palabra es firme, porque Él es siempre fiel: Dice el Señor: “Aunque cambien de lugar las montañas y se tambaleen las colinas, no cambiará mi fiel amor por ti ni vacilará mi pacto de paz. (Is 54.10). Los pactos del Señor con sus hijos siempre se cumplen.

Dios exaltó a Jesús; Él llevará los principados sobre sus hombros e inaugurará un tiempo de paz eterna para los redimidos en su sangre; mientras tanto hagamos de la paz un estandarte que le honre, que testifique en nosotros su nombre, el cual es lleno de toda gracia: Su nombre es ¡Consejero, Admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de Paz! (Is 9.6)

¡Dios te bendiga!

Autor: : Faustino de Jesús Zamora Vargas
Fuente: http://bendicion.info/d1/es/node/190764

jueves, 19 de diciembre de 2013

¿EL ORIGEN DE LA NAVIDAD TIENE RAICES PAGANAS?


La palabra Navidad proviene de la palabra "Natividad", que viene del latín "Nativitatem", que significa "nacimiento". Originalmente, no se celebraba la Navidad como lo conocemos hoy, sino el festival de solsticio de invierno que la iglesia católica adoptó y transformó en una celebración del nacimiento de Jesucristo.

Esta fiesta en lengua inglesa se le llama "CHRISTMAS", que quiere decir "Misa de Cristo" y es celebrada el 25 de diciembre. La antigua celebración nórdica era celebrada en enero y el festival del sur, que honraba al Sol Invicto, se celebraba el 25 de diciembre, razón por la que se decidió celebrar la navidad al mismo tiempo.

LA FIESTA PAGANA LA "SATURNALIA".

La historia nos dice que al aceptar el emperador Constantino el cristianismo, de ahí en adelante empezó a cristianizar muchas festividades paganas.

Consultando algunas enciclopedias con relación al origen de esta fiesta, nos dicen que NO era conocida con el nombre de Navidad, sino como "SATURNALIAS", celebrada por los romanos paganos, de los días 17 al 24 de diciembre y el 25 el nacimiento del dios sol.

En Babilonia, esta fiesta a Saturno tenía como característica un gran libertinaje y borracheras que no distan mucho de las celebraciones navideñas del siglo presente.

LA ENCICLOPEDIA BARSA dice lo siguiente: "Esta celebración se generalizó desde el siglo IV. Como no se conoce la fecha precisa del nacimiento de Jesús, la Iglesia Católica adoptó finalmente el 25 de diciembre y cristianizó festividades paganas, que en diversos pueblos se celebraban como la fiesta del sol y los carnavales de Saturno".

EN LA ENCICLOPEDIA DE RELIGIÓN CATÓLICA, se menciona que no hay fundamentalmente una razón que favorezca la fecha en cuestión, ya que el que estableció esta fecha fue el PAPA JULIO I en el siglo IV para quitar la enorme discrepancia que había en cuanto al tiempo de nacimiento del Hijo de Dios, porque unos creían que había nacido en mayo, otros en abril, otros en enero, etc.

EN LA HISTORIA ECLESIÁSTICA DE MOSHEIMS, "se dice que se escogió como fecha de nacimiento de Jesús el 25 de diciembre, porque en esta fecha
la Roma pagana ya celebraba la antigua "fiesta del solsticio de invierno" (Natalis Solis Invicti)", que data de la tradición babilónica y que recordaba a Mitra, Baco, Adonis, Horus, Osiris, Júpiter, Hercules y Tammuz, hijo de Nimrod, que habían nacido en la misma época invernal, conocida hoy como Navidad. De ahí surgió la idea de unir el nacimiento de esos dioses con el nacimiento de Jesús. Esta fiesta junto con otras eran las más viles, inmorales y degeneradas que tanto desprestigió a Roma. Los demás días que forman la fiesta de Navidad fueron puestos para suplantar las saturnalias y otras fiestas paganas.

CAMBIO DE UNA "SATURNALIA" POR NAVIDAD.

El origen de la navidad no es pagana, lo que si es pagano es la celebración de la fiesta de Saturnalia de la Babilonia y Roma paganas, la Navidad no tiene nada que ver con esas fiestas paganas antiguan en donde se adoraban a diversos dioses, la Navidad que celebramos es para recordar el nacimiento de Jesucristo. Lo que un cristiano celebra con la Navidad es LA SALVACIÓN por Jesucristo y esto no en octubre, septiembre o diciembre, sino cada momento de los 365 días que tiene un año de cualquier calendario, porque un cristiano, es parte de "su pueblo" y "ya somos salvos de pecados". ¡Gloria a Cristo!
Aprovechemos los cristianos la Saturnalia de diciembre para anunciar una Navidad o nacimiento, pero no el de Jesús, sino el nacimiento espiritual de cada creyente, que viene al entendimiento del advenimiento del Mesías. Anunciemos en vez de la Saturnalia mundana, la "Navidad del creyente".

Usted que es cristiano aproveche la reunión familiar y de los vecinos y amigos para anunciar la Navidad:
el nacimiento más trascendental del mundo, ya que por medio de Jesús "su pueblo, será por Él salvo de sus pecados y de la ira del día venidero".

Que este diciembre podamos decir a muchos "Feliz nacimiento espiritual" (Feliz Navidad), porque Jesús aún está vivo y aún está pendiente del arrepentimiento de muchas personas, para salvarles de sus pecados...

Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque ÉL SALVARÁ A SU PUEBLO DE SUS PECADOS” Mateo 1:21.


martes, 17 de diciembre de 2013

Lo mejor de la navidad

¿CRISTIANO, ESTÁS HONRANDO A DIOS?



honrar Dios Biblia



SI, PUES, YO SOY PADRE, ¿DÓNDE ESTÁ MI HONRA?…” Malaquías 1:6b


Cuando los israelitas preguntaron a Dios: “¿En qué hemos menospreciado tu Nombre?”(Malaquías 1:6b), Él les contestó por medio de Malaquías:

(a) Engañándome con trampas en vuestras finanzas, llevando vuestros animales de primera clase al mercado por el precio más alto pero llevando animales ciegos, cojos y medio-muertos a mi altar (ver Malaquías 1:7,8).

(b) Engañando a vuestro prójimo, pagando salarios absurdamente bajos, haciendo la vida económicamente imposible para las viudas, y tratando injustamente a los inmigrantes (ver Malaquías 3:5).

(c) Engañando a vuestra pareja. El divorcio era desenfrenado. Escucha: “Cubrís el altar… de lágrimas… así que no miraré más la ofrenda… Mas diréis: ‘¿Por qué?’. Porque… has sido desleal, aunque ella era tu compañera y la mujer de tu pacto” (Malaquías 2:13,14).
En esencia, el Señor les dijo: “Os rebeláis contra Mí, y después esperáis que no estoy afectado. Pues bien, ‘disculpadme’, pero estoy profundamente afectado. Vuestros pecados rompen mi corazón. Es traición. Las barreras que levantasteis tienen que ser derribadas. No podemos tener comunión de verdad si no estáis dispuestos a obedecerme – totalmente”.

Lo asombroso es que Dios mismo quiere ayudar a derrumbar esas barreras. Hoy, Él extiende sus brazos hacia nosotros: “Venid…, dice el Señor, y estemos a cuenta: aunque vuestros pecados sean… rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana” (Isaías 1:18).

La buena noticia es que ahora mismo puedes volver a tener una relación con Dios. Todo lo que debes hacer es orar: “Padre, perdóname. Quiero dejar de pecar y reconstruir mi relación contigo”. En el momento que ores así de corazón, Él te restaurará, y de nuevo estarás “encarrilado”.

Fuente: http://www.devocionalescristianos.org/2013/12/cristiano-estas-honrando-a-dios-biblia.html

lunes, 16 de diciembre de 2013

CRISTIANO TRATA CON ESE ASUNTO AHORA




EL LIGERO NO PODRÁ HUIR, AL FUERTE NO LE AYUDARÁ SU FUERZA NI EL VALIENTE LIBRARÁ SU VIDA” (Amós 2:14)

Es lamentable, pero los problemas no se resuelven de forma mágica solo porque te niegas a tratar con ellos. De hecho, se multiplican; y por mucho que corras, no podrás escapar de ellos. En palabras de Kristin Armstrong: “Nos hacemos expertos corredores… Tratamos de huir de nuestro dolor, de nuestro pasado y de nuestros problemas; pero no podemos escapar, ni escondernos, ni evadir las cosas para siempre. Llegará el momento en que nuestro ritmo se desacelere y esa “basura acumulada” nos perseguirá a toda velocidad. Durante el tiempo de nuestra huida, todas esas cosas se han convertido en una bola de nieve que va rodando y alcanzando cada vez mayor tamaño y velocidad. Si no somos valientes para enfrentarla cuando es pequeña, más tarde nos atropellará. Ha llegado la hora de tratar con esos asuntos… por muy rápido y fuerte que seas, no puedes posponerlo más”.

Entonces, ¿de qué estás huyendo hoy? ¿Qué cosas te hacen perder las fuerzas? Decídete a tratar con ellas ahora mismo. Si pasas un solo día más huyendo, le estarás dando “cabida al diablo” (Efesios 4:27 CST); no lo hagas. No importa que te hayas equivocado antes, “…la sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:7). Ya se trate de un hábito pertinaz, o de alguien a quien temes enfrentar, “agarra al toro por los cuernos”. Esas cosas que te están persiguiendo perderán su fuerza cuando las enfrentes en el nombre de Jesús. Dijo Pablo: “…Habiendo acabado todo, estar firmes” (Efesios 6:13). Podrás hacerlo con el poder de Dios, no en tus fuerzas.

viernes, 13 de diciembre de 2013

¿SOMOS INMUNES FRENTE A LA NAVIDAD?



En algunos países de tradición cristiana puede observarse que los preparativos de la Navidad comienzan muy temprano. Por ejemplo, particularmente en un país de Europa Central pueden verse desde mediados de septiembre algunos productos típicos en los estantes de los supermercados, que sugieren que la Navidad se acerca. En los sucesivos meses, esa aparición tímida de figuras y personajes “navideños” se va transformando en el centro de atención del consumidor. En los programas radiales es posible escuchar al locutor hacer la cuenta regresiva –con más de un mes de anticipación– de los días que faltan para la celebración de dicha festividad.
Tanto derroche de personajes de chocolate y mazapán pareciera no significar debidamente la Navidad, ya que paradójicamente, esa sociedad preocupada por cumplir con todas las tradiciones, se encuentra inmune al verdadero significado de la Navidad. ¿Será tal vez que el exceso sin significado inmuniza?
Contrariamente al ejemplo anterior pueden verse en otras latitudes del mundo personas que, con marcado desinterés, festejan la Navidad solo porque así lo indica el calendario.
Sea por exceso o por desidia, muchas personas se están perdiendo de festejar y disfrutar el verdadero significado de la Navidad.
Pero el ángel les dijo: No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo. Hoy les ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor” (Lucas 2:10-11, NVI). ¡Cuán confortantes son las palabras de esta cita bíblica! En ellas podemos encontrar claramente el verdadero sentido de la Navidad: El nacimiento de nuestro Señor Jesucristo. Y no solo eso, sino que también podemos ver todos los beneficios que trajo a la humanidad: buenas noticias, alegría, salvación…
Probablemente nos encontremos inmunes al mensaje de Navidad, pues después de haber escuchado tantas veces las mismas frases –sin conocer de manera personal su significado–, se nos han hecho huecas. Pero hay buenas noticias para todo aquel que quiera volver a descubrir la importancia de esta festividad. Jesús, el Hijo de Dios, nació, vivió, murió y resucitó para que toda la humanidad tenga vida y en abundancia: …yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia” (Juan 10:10, NVI). Ese bienestar interior que todos anhelamos es la vida abundante que Jesús nos ofrece; Él hace posible que todo alrededor nuestro vuelva a tener sentido, aún aquello que creíamos perdido. Él puede restaurarnos de ese estado de resistencia –muchas veces infundado– que teníamos a las cosas de Dios.
Simplemente tenemos que acercarnos a Jesús con un corazón sincero y decirle que reconocemos que hemos vivido sin Él y por lo tanto estábamos alejados de Dios a causa del pecado. Los brazos del Hijo de Dios están abiertos para recibir a todo aquel que se arrepiente de corazón y le entrega su vida. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna” (Juan 3: 16, NVI).
Creer en Jesús es la clave para que la Navidad vuelva a tener significado.

Patricia Götz 

lunes, 9 de diciembre de 2013

LA NAVIDAD SÓLO TIENE QUE VER CON JESÚS


navidad biblia Jesus


VIERON AL NIÑO Y POSTRÁNDOSE LO ADORARON” Mateo 2:11

Nació en el lugar más humilde, pero los cielos resonaron con los cánticos de los ángeles.

Nació en un establo, sin embargo una estrella trajo a ricos y nobles desde miles de kilómetros de distancia para adorarlo.

Su nacimiento fue en contra de las leyes de la vida y su muerte contraria a las leyes de la muerte; sin embargo no existen milagros más grandes que su nacimiento, su vida, su resurrección y sus enseñanzas.

No era dueño de campos de trigo, ni de pescaderías, pero a pesar de ello alimentó a cinco mil personas y aún sobraron panes y peces.

Nunca sus pies pisaron lujosas moquetas, pero caminó por las aguas y éstas lo sostuvieron.

Su crucifixión fue el crimen de los crímenes, y sin embargo a los ojos de Dios, ése era el único precio suficiente para hacer posible nuestra redención.

Cuando murió, pocos lo lloraron, pero Dios puso un velo negro delante del sol para oscurecerlo.

Los que lo crucificaron no temblaron ante lo que estaban haciendo, pero la tierra se estremeció bajo sus pies.

El pecado no pudo tocarlo. La corrupción no pudo deshacer su cadáver.

La tierra enrojecida por su sangre no pudo atrapar el polvo de su cuerpo.

Predicó el evangelio durante tres años. No escribió ningún libro, no creó ninguna organización ni tuvo sede social. A pesar de todo, dos mil años más tarde, Él sigue siendo la figura central de la historia humana, el tema constante de toda predicación, el eje sobre el cual giran las edades y el único Redentor de la raza humana.

En estos días de celebraciones y de regalos, unámonos a los sabios reyes del oriente, quienes “vieron al niño” y postrándose lo adoraron” (Mateo 2:11). ¡No olvidemos nunca que la Navidad sólo tiene que ver con Jesús!


jueves, 5 de diciembre de 2013


MI DIOS ES SORPRENDENTE


Durante el ensayo de la obra de navidad, un hermano muy preocupado me proponía traer a un amigo profesional en la materia para que nos ayudara. Le puse la mano en el hombro y le dije: "Mi hermano, tranquilo, recuerda que Dios no escoge a los capacitados, Él capacita a los escogidos, donde Dios está, todo sale bien."
Y es que estoy convencida de muchas cosas:

  • Estoy convencida de que mi Dios creó todo este Universo que hoy es nuestro hogar y que disfrutamos, aunque muchos lo destruyan insensiblemente. 
     
  • Usó un hombre simple y tartamudo para liberar un pueblo de la esclavitud, no hizo falta un ejército para ello. 
     
  • Mi Dios abrió en dos el mar para que su pueblo no fuera masacrado como parecía evidente.

  • Envió alimento del cielo para una multitud hambrienta, se convirtió en nube para evitar que el sol quemara y en fuego para guiar y calentar en las noches. Sacó agua de las rocas para que calmaran la sed. 
     
  • Increíblemente permitió que un hombre fuera encerrado con leones y saliera ileso. Otros fueron pasados por el fuego sin recibir quemaduras. 
     
  • Hizo retroceder el tiempo conforme a su voluntad. 
     
  • Encarnó en un ser humano, caminó sobre las aguas, multiplicó una miserable comida y la convirtió en un banquete, sanó enfermos sin medicinas. Resucitó muertos contra toda ley de la naturaleza. Dio su vida en sacrificio y rescate por muchos y la volvió a tomar.
Pero si de algo estoy totalmente convencida es de que Él está en este mismo instante a mi lado, pero voy más allá, tengo total convicción de que vive en mí, que todo lo que soy lo soy por Él y que nunca hubiese existido si su mano no me hubiese formado en el vientre de mi madre.

Todo lo que tengo se lo debo, desde mi respiración, mis latidos, mis pensamientos, mi familia, mi trabajo, nada existiría sin Él, pues mi vida es para Él y de Él.

Él sabe todo lo que necesito antes de que yo lo sepa y sé que no me alcanzaría la vida para narrar sus maravillas. Yo estoy segura que es la fuerza que me mueve. Él perdona todos mis pecados, por Él soy salva y tengo garantizada la vida eterna.

¿Puede existir algo más sorprendente que mi Dios?

Lectura sugerida: Salmo 78

Autor: Milagros García Klibansky