EN LA DEBILIDAD HAY GRAN PODER
“Por
eso me complazco en las debilidades, en insultos (maltratos), en
privaciones, en persecuciones y en angustias por amor a Cristo,
porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.” 2
Corintios 12:10
En
reconocer nuestra debilidad, en cultivar deliberadamente un sentido
de insuficiencia, hay poder. ¿Por qué? Para el hombre sin Dios, la
mujer sin Dios, el cultivar debilidad lleva a depresión y lleva a
fracaso, y lleva a inacción. Pero el hijo de Dios, cuando cultiva
debilidad en el espíritu, lo que hace es reconocer, “Yo no tengo
la victoria, pero Dios sí la tiene. Yo no tengo la respuesta, pero
Dios es más que capaz para darme toda la sabiduría que necesito. Yo
no tengo el poder pero Dios es Todopoderoso. Yo no tengo las armas,
pero Dios me ha prometido toda Su armadura”.
Si
reconoces el peligro, admites tu total incapacidad, y te refugias
como un niño en el poder de tu Dios, esa unción ilimitada del
cielo, metida en la vasija vacía que le has provisto al poder divino
por medio de tu humilde reconocimiento, será más que suficiente
para sacarte del hoyo y establecerte sobre terreno seguro.
Cuando
quitamos la mirada de nosotros mismos, reconocemos nuestras
limitaciones, y ponemos nuestra esperanza exclusivamente en Dios,
nuestra debilidad se convierte en la plataforma perfecta para que
pueda desplegarse todo el poder del Cielo a nuestro favor.
Dr.
Roberto Miranda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario