DEBAJO DE SUS ALAS

Hace
un tiempo se difundió un documental sobre un incendio en el Parque
Nacional de Yellowstone de Estados Unidos. Si bien no era el primer
incendio que el parque tenía, lo que le dio relevancia a este suceso
fue lo que encontraron los guardabosques después de haber sofocado
el fuego.
Al
pie de un árbol había un ave calcinada. La posición en la que
estaba resultaba ser extraña porque no parecía haber estado huyendo
del fuego. Sus alas estaban cerradas alrededor de su cuerpo.
Cuando un guardabosques la tocó, salieron de debajo de sus alas sus
polluelos.
Aparentemente,
al ver que no podría escapar con todos sus polluelos, el ave los
llevó a la base del árbol donde estarían a salvo del
humo y ahí los protegió del fuego cubriéndolos con sus alas, dando
su vida por ellos.
Muchas
veces sentimos que todo a nuestro alrededor está en llamas, que los
problemas nos van a destruir y que no hay forma de que salgamos
ilesos.
No
importa la magnitud del incendio en el que estás, ni cuán altas
estén las llamas alrededor tuyo, porque sin importar cuán negativo
veas tu panorama, Dios te cubre con sus alas y una vez que pase el
incendio saldrás como los polluelos, intacto.
Dios,
como esa madre amorosa, te ha puesto en un lugar seguro y Él te
protege para que ninguna llama pueda tocarte.
No
tienes nada que temer, si Dios está contigo, nada ni nadie podrá
dañarte. Corre a buscar refugio y descansa bajo las alas de Dios. No
hay mejor lugar.
“Con
sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás
seguro; Escudo y adarga es su verdad”. Salmos
91:4
Ana
María Frege Issa
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