¿QUÉ HAY DE NUEVO?

“…nunca
decayeron sus misericordias… nuevas son cada mañana”
(lamentaciones 3:22-23)
¿Estás
pasando momentos difíciles? ¡No eres el único! La coyuntura era
tan deprimente en Israel, que cuando Jeremías escribió uno de los
libros de la Biblia lo tituló Lamentaciones. En el mundo de hoy,
donde lo que predomina es el pensamiento positivo y el bienestar
personal, ese no sería un título que vendería muchos ejemplares.
Jeremías describió al pueblo de Dios como “viuda” y como
“esclava”,
diciendo: “…No
hay ninguno que la consuele; todos sus amigos le faltaron, se le
volvieron enemigos” (Lamentaciones 1:2).
A
medida que se va avanzando en el libro, versículo a versículo, las
cosas van de mal en peor al describir cómo el pueblo de Dios está
recibiendo el pago de lo que ha sembrado. Pero de repente, en medio
de todo ese lamento, cuando las cosas no pueden ser peores, escribe
Jeremías:
“…Por
la misericordia del Señor no hemos sido consumidos, porque nunca
decayeron sus misericordias; nuevas son cada mañana. ¡Grande es tu
fidelidad!” (Lamentaciones 3:22-23).
¿No
es algo maravilloso? El amor, la compasión y la fidelidad de Dios
están depositados en una cuenta que nunca se quedará sin fondos y a
la que nunca tendrás que contribuir, por el resto de tu vida. En un
mundo despiadado donde sobreviven los más fuertes, saber eso nos
reconforta. La próxima vez que alguien te pregunte: ‘¿Qué
hay de nuevo?’ responde: ‘El amor, la compasión y la fidelidad
de Dios.’ El diccionario define la “compasión”
como
“sentimiento de pena provocado por el padecimiento de otros, e
impulso de aliviarlo, remediarlo o evitarlo”. Por lo tanto, cuando
te despiertas, sé como la mujer que oraba: ‘Señor,
me alegro tanto de que tus misericordias sean nuevas cada mañana,
porque ayer agoté todas las existencias”.
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