LA NOCHE BUENA Y LA NAVIDAD – LA VERDAD SOBRE EL NACIMIENTO VIRGINAL
“UNA
VIRGEN… DARÁ A LUZ UN HIJO… ” Mateo
1:23
" Los
cielos anunciaron el nacimiento de Jesús con estas palabras: “Una
virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrás por nombre
Enmanuel
(que significa: «Dios con nosotros»)” Mateo
1:23.
¿No
resulta irónico que los primeros en cuestionar el nacimiento
virginal de Jesús fueran los propios líderes religiosos? Los
fariseos le dijeron en una ocasión: “¡Nosotros
no hemos nacido de fornicación!…” Juan
8:41.
Esta
insinuación era clara y cruel, porque Jesús no podía señalar a
José y decir: ‘Es mi padre.’
Es
necesario entender lo siguiente: Jesús tenía que ser hombre para
morir, y tenía que ser Dios para salvarnos. Nosotros somos hijos de
padres terrenales, por lo tanto “nacimos en pecado”. Pero Jesús
era el hijo del Padre Celestial, y con ello rompió el ciclo genético
de pecado antes de nacer. En el Antiguo Testamento, se ofrecía un
cordero expiatorio sin mancha (defecto
de nacimiento)
ni contaminación
(taras posteriores).
Jesús no había heredado pecado, ni tampoco lo cometió nunca. Él
era el perfecto
“¡Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!”
(Juan 1:29).
El
nacimiento virginal de Jesús es verdad porque:
a)
Lo anunció el ángel del Señor (Mateo
1:20);
b)
así lo reconoció el prometido de María;
d)
la historia fue narrada por un respetado Doctor en Medicina que
conocía bien el carácter de las partes implicadas: “Me ha
parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia
todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden… para que
conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido
instruido” (Lucas
1:3-4)

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