NO PROVEÁIS PARA LOS DESEOS DE LA CARNE
"... NO PROVEÁIS PARA LOS DESEOS DE LA CARNE." Romanos 13:14b
“I
keep a close watch on this heart of mine (Miro atentamente a mi
corazón), I keep my eyes wide open all the time (Mantengo los ojos
bien abiertos todo el tiempo).”
Bonita
canción, ¡y
aun mejor teología!
La locura hace las mismas tonterías que otros hacen, esperando
mejores resultados. ¡date
prisa!
David se enredó con la esposa de otro hombre y acabó con la
conciencia manchada, su reputación arruinada, y dos familias
destrozadas.
¡Escápate de la trampa mientras puedas! ¿Parece esto pasado de
moda?
Procura hablar con algunos de aquellos que pensaron que “iban
a salir impunes”.
Pagaron “la
broma” tan
cara que ahora ni se atreven hablar de ello, por ejemplo con:
(1)
el miedo. “Lo que el impío teme, eso le vendrá…” Proverbios
10:24;
(2)
la falta de confianza: “…si nuestro corazón no nos reprende,
confianza tenemos en Dios” 1 Juan 3:21;
(3)
el remordimiento: “He aquí yo he hecho neciamente, y he errado en
gran manera” 1 Samuel 26:21b.
Salomón
lo tenía todo: una casa cuya construcción le llevó trece años,
cuarenta mil establos para sus caballos, una flota de barcos, mil
mujeres hermosas, y más dinero del que podía gastar en diez vidas.
Sin embargo, acabó dando la espalda a Dios y a los mismos consejos
que dio a otros. ¿Por qué? ¡Porque le faltó disciplina personal!
Así hace él mismo el resumen de su vida:
(a)
“No negué a mis ojos ninguna cosa…”Eclesiastés 2:10;
(b)
“…aborrecí todo mi trabajo que había hecho…” Eclesiastés
2:18;
(c)
“Mejor es el muchacho pobre y sabio, que el rey viejo y necio que
no admite consejos” Eclesiastés 4:13.

No hay comentarios:
Publicar un comentario