¡DIOS TE TIENE PROTEGIDO!

“NO
PERMITIÓ QUE NADIE LOS OPRIMIESE. NO TOQUÉIS, DIJO, A MIS UNGIDOS…”
1 Crónicas 16:21,22.
Nabucodonosor
se llevó los utensilios sagrados del templo de Jerusalén y los
puso en un templo pagano en Sinar (Ver Daniel 1:1,2).
Cuando su hijo Belsasar llegó a ser rey, una noche durante una fiesta de borrachera “…fueron traídos los vasos… que habían traído del templo de la casa de Dios… y bebieron… el rey… y sus concubinas” (Daniel 5:3). ¡Eso fue un grave error!
Si
hubieran profanado copas insignificantes y sin valor, quizás no
hubiera importado, pero Dios había invertido demasiado en los
vasos sagrados como para permitir que se usaran mal. Aquella noche,
Belsasar y todo su reino fueron destruidos.
¿Por qué?
Por este principio bíblico:
“No permitió que nadie los oprimiese; antes por amor de ellos
castigó a los reyes. No toquéis, dijo, a mis ungidos, ni
hagáis mal a mis profetas” 1 Crónicas 16:21,22.
Aun en ambientes hostiles, los vasos que han sido consagrados a
Dios le pertenecen todavía, y si el enemigo se mete con ellos,
¡lo
pagará caro!
Puede
ser que tengas que vivir o trabajar en una situación difícil.
Tal vez tengas que soportar muchas penas a causa de tu fe, pero
entiende esto: ¡Dios
ha invertido demasiado en ti como para permitir que seas
destruido!
Cada vez que Satanás lo intente, Dios va a interrumpir la
fiesta, diciéndole: “Este
vaso está consagrado; no se puede tocar. Me llevó demasiado
tiempo enseñar a esta mujer a orar… He dedicado muchas horas
entrenando a este hombre a ser victorioso. Acaban de aprender
como mantenerse firmes en medio de las pruebas… Han sufrido
demasiado por mi causa como para permitirte que les dañes. Se
acabó la fiesta…, ¡son míos!”
Alégrate;
¡si
perteneces a Dios, estás completamente protegido!
No hay comentarios:
Publicar un comentario