EL MAYOR CONSUELO
¿Por qué te confundes y te agitas ante los problemas de la vida?
Déjame
al cuidado de tus cosas y todo te irá mejor.
No
te desesperes, no me digas una oración agitada, como si quisieras
exigirme el cumplimiento de tus deseos.
Cierra
los ojos del alma y dime con calma: Jesús, yo confío en ti.
Déjame
ser DIOS y actuar con libertad.
Entrégate
confiadamente en mi.
Dime
frecuentemente: Jesús, yo confío en ti, no seas como el paciente
que le pide al médico que lo cure, pero le sugiere el modo de
hacerlo.
Déjate
llevar con mis brazos divinos.
No
tengas miedo.
Yo
te amo.
Si
crees que las cosas empeoran o se complican a pesar de tu oración,
sigue confiando.
Cierra
los ojos del alma y confía.
Continúa
diciéndome a toda hora: Jesús, yo confío en ti.
Necesito
las manos libres para poder obrar.
No
me ates con tus preocupaciones inútiles.
Satanás
quiere eso: agitarte, quitarte la paz,
confía
solo en mi.
Entrégate
a mi, Yo Hago los milagros en la proporción de la entrega y
confianza
que
tienes en mi.
Así
es que no te preocupes, hecha en mi todas tus angustias y duerme
tranquilo, dime siempre: Jesús, yo confío en ti y verás grandes
milagros.
Te
lo prometo por mi amor.
JESÚS

Jesús, yo confio en ti todo mi ser, mi familia, mi trabajo, mis finanzas, mi iglesia, mi presente y mi futuro. Ayudame Señor, a no dudar de tu palabra y a confiar en ti aun en tiempos de angustias y desesperación. Que tu Espíritu Santo me sustente!
ResponderEliminar