NO TE PREOCUPES!
A veces, cuando nada marcha de acuerdo con lo esperado, y la preocupación es quien reina.
Cuando el quebranto de lágrimas inunda nuestros
ojos, y todo parece ser inútil.
Solo una cosa puede ahuyentar las lágrimas que
queman y ciegan; alguien que suavemente te eche el brazo por encima y
susurre: No te preocupes.
Nadie ha logrado descifrar por qué esas palabras
traen tanto consuelo, o por qué tal susurro hace que nuestras
preocupaciones se despejen al instante.
Sin embargo, cuando los problemas nos dan la
bienvenida, podemos olvidarnos de ellos y dejarlos atrás.
Cuando alguien suavemente te eche el brazo por
encima y susurre: No te preocupes.
El amor que procede de tan suave caricia; debe ser
amor verdadero.
Podría ser que un abrazo así, a tu corazón no
traiga consuelo.
Pero si el amor es el móvil, dulce consuelo
encontrarás,
Cuando alguien suavemente te eche el brazo por
encima y susurre: ¡No te preocupes!
¡Este poema refleja el consuelo que solo se
experimenta a través de un toque amoroso! Demuestra el amor que
sientes por tus hijos en lo que dices y haces. Ese amor será
devuelto a ti multiplicado.
Muchos de los que han estado enamorados toda una
vida nos dicen menos sobre el tema, que el niño que ayer perdió a
su perrito.
1 Juan 3:11, Que nos amemos unos a otros.
Fuente: El libro devocionario de Dios para los
Padres, Editorial Unilit

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