SUEÑOS
ESTRATÉGICOS, Por Pastor Otoniel Font.
En
el libro de Génesis encontramos la historia de José. En un momento
dado, José trabajó para Potifar, oficial de Faraón. Y en una
ocasión, la mujer de Potifar quiso seducir a José.
Conocemos
la historia de José. José tuvo un sueño en el que vio once manojos
que se doblaron delante de él, pero no había ninguna mujer en aquel
sueño. No eran once manojos y una mujer. No eran once estrellas, el
sol y la luna, y una mujer. La mujer de Potifar no era parte del
sueño de Dios para José.
Por
causa de José estar claro en una visión, su moral no se perdió.
La
gente se desenfrena, y hay imnoralidad en el mundo, porque no hay una
visión divina, sino sueños que hombres han puesto dentro de nuestra
sociedad. Y eso es lo que muchos viven. Viven el sueño que otros han
dicho; viven lo que otros piensan que es ideal; viven por lo que
otros piensan que es lo correcto, muchas veces, sin la intervención
de un sueño divino en sus vidas.
Si
estuvieras claro en lo que Dios va a hacer contigo, tú te darías
cuenta de lo que está demás en tu panorama, y tendrías más
autocontrol. Vivir
una vida desenfrenada es vivir una vida que se te va de las manos,
sin saber en qué se te ha ido. Vivir una vida desenfrenada es vivir
una vida sin cobertura.
Tienes
que permitir que Dios interrumpa tu vida, con una palabra que
provoque en ti una visión, y un sueño, que le dé propósito a cada
paso que tú des. La
palabra de Dios provoca sueños, pero no cualquier sueño, sino
sueños estratégicos.
En
Mateo 2, se nos narra el momento en que los reyes van camino a Belén
a llevar presentes al niño Jesús. El rey Herodes detuvo a los reyes
en su camino, y les ordenó que le hicieran saber cuando encontraran
al niño. Pero los reyes fueron avisados, por revelación en sueños,
que no volviesen por el mismo camino.
En
ese mismo capítulo, en los próximos versos, dice que José, esposo
de María, recibió en un sueño la instrucción de salir a Egipto,
porque Herodes buscaba al niño para matarlo. Y más adelante, vuelve
a decir que un ángel apareció en sueños a José, luego de muerto
Herodes, y le dijo que fuera a tierra de Israel, porque habían
muerto los que procuraban matar al niño. Y fue avisado, por
revelación en sueños, que se fuera a la región de Galilea.
Un
sueño manda a José a Egipto, un sueño lo manda a Israel, un sueño
lo manda a Galilea; y todo, ¿por qué? Porque una mujer – María –
recibió una palabra. Una mujer concibió una palabra que comenzó a
provocar sueños estratégicos, para que aquella palabra se
cumpliera. Y, dice la palabra, que todo aquello ocurrió, para que se
cumpliera lo que fue dicho por los profetas.
Tú
no vas a perecer. Tú no vas a vivir una vida desenfrenada, inmoral,
sin cobertura, una vida que se desintegre, porque Dios te va a dar
una palabra que traerá a tu vida sueños estratégicos. Son los
sueños de Dios los que te van a decir: Vete a Egipto. Y estando en
Egipto, te van a decir: Ahora muévete a Israel. Cuando estés de
camino a Israel, te va a decir: Ahora vete a Galilea. Y todo lo que
va a pasar es que tu vida va a ser dirigida, hasta que se cumpla la
palabra que se había dicho de ti hace mucho tiempo atrás.
Quizás
has vivido tu vida, de pesadilla, en pesadilla, pero Dios va a traer
una palabra que te va a dar sueños estratégicos. Y cuando llegues
al lugar indicado, allí va a estar todo lo necesario para que la
palabra que está dentro de ti se cumpla. Hay
personas que tienen el potencial, lo que no tienen es la estrategia.
Porque la estrategia de Dios no parece racional para el mundo.
Nunca
creas que ya llegaste, nunca creas que no hay algo más grande para
ti, nunca creas que ya estás hecho, porque si no hay algo que
perseguir, vas a estar persiguiendo lo incorrecto. Si no hay algo de
Dios que buscar, vas a estar persiguiendo las cosas incorrectas. Pero
si tú sabes lo que Dios te ha dicho, cada día, cada momento, va a
ser de valor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario