NUESTRA
VICTORIA ESTÁ ASEGURADA, Por Nancy Marquez.
Estamos
seguros que nuestra victoria está asegurada cuando luchamos en el
espíritu y no en nuestras propias fuerzas. Un creyente determinado
está dispuesto a luchar, pero no con armas carnales, sino con las
armas espirituales que son más poderosas que cualquier armamento
nuclear. Dios nos ha dado una armadura, y nos ha dado armas para
pelear la batalla, estas son: la oración, la Palabra, el ayuno, y
sobre todo, la obediencia. Si somos obedientes en aquellas cosas que
Dios nos manda, podemos ganar la batalla diaria. El Espíritu Santo,
que vive en nosotros y está con nosotros hasta el fin del mundo
(Juan 14: 16-17) nos ayudará a obtener la victoria. Sigamos luchando
por nuestros matrimonios, nuestras familias, por los valores morales
y por establecer el Reino de Dios aquí en la tierra.
"Hacia
adelante hermano/a que nuestra victoria está asegurada"
Las
armas de nuestra contienda no son carnales, sino poderosas en Dios
para la destrucción de fortalezas. 2 Corintios 10:4
"No
por el poder ni por la fuerza, sino por Mi Espíritu," dice el
SEÑOR de los ejércitos. Zacarias 4:6
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